¿Cómo lograr que los chicos tengan modales en la mesa?

Lavarse las manos, no apoyar los codos en la mesa, comer con la boca cerrada... Muchas reglas a la hora de comer. Estas son las claves.

¿Cómo lograr que los chicos tengan modales en la mesa?
¿Cómo lograr que los chicos tengan modales en la mesa?

Juancito mete los dedos en el puré y lo aplasta con una gran sonrisa mientras su hermana, Laura, descubre que la cuchara funciona fantásticamente como catapulta para esparcir pastas sobre la mesa. Los padres miran desconcertados y se preguntan: ¿estas criaturas ya estarán en edad de aprender modales para la mesa?

Dependiendo de la edad, tomar la comida con la mano o hundir los dedos en el puré es normal, con lo cual los padres no tienen más que lavarle las manos al pequeño y continuar dándole la comida. En cambio, en el caso de Laura se recomienda interceder, ya que arrojar la comida o utilizarla como si fuese un juguete no está bien a ninguna edad, opina la especialista Nandine Meyden de Hamburgo.

"Un niño puede y debe aprender modales de mesa durante el nivel básico de enseñanza", apunta Meyden, que explica que los modales sólo se convertirán en algo natural para el pequeño si los incorpora en una etapa temprana de su vida. 

Entre las reglas básicas conocidas están: lavarse las manos antes de comer, no apoyar los codos sobre la mesa y masticar con la boca cerrada. Ni hablar de no hacer un enchastre en el plato.

Para los pequeños, el mejor modo de aprender es tener un buen ejemplo. Los padres deben tener muy presente que sus pequeños los observan todo el tiempo y adoptan muchos de sus gestos o modales.

Sin embargo, también hay quienes opinan que es mucho más importante que la familia coma junta y comparta un buen momento. Lo ideal es que la comida sea agradable para todos y que los padres intenten intercalar alguna que otra observación sobre el comportamiento sin tensar la atmósfera. 

Otros especialistas sugieren diagramar las reglas junto con el niño, de modo que se sienta incluido, y al enunciar alguna regla hacerlo con una formulación positiva. Por ejemplo, en lugar de decir: "se bajan ya mismo de ahí, no pueden estar arriba de la mesa", decir: "cuando comemos cada uno se sienta en su silla".

Existen algunos juegos que pueden ayudar a transmitir modales. "Comer como una princesa" o una "competencia para ver quién hace menos ruido" son algunos ejemplos, y a partir de allí la fantasía no tiene límites.

Ahora bien, no hay que olvidar que los niños son niños. Es mejor dejar que se levanten cuando hayan acabado y no obligarlos a esperar a que los padres terminen.

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