La espectacular goleada por 6-1 sobre Argentina en el amistoso del martes reafirmó a la selección española de fútbol como una de las grandes favoritas al título en el Mundial de Rusia 2018, pero su entrenador, Julen Lopetegui, tiene un importante doble desafío en lo inmediato: elegir entre la abundancia y contener la euforia generada a su alrededor.
El buen rendimiento del equipo del ex arquero, de 51 años, es evidente tras relevar en el cargo a Vicente Del Bosque al frente de "La Roja" después de una floja participación en la Euro 2016.
De hecho, aún no sabe lo que es perder, con un saldo de 13 victorias y 5 empates en 18 paridos dirigiendo al combinado español, con una fase de clasificación casi perfecta con un enorme rival en el grupo como fue Italia.
Sin embargo, en los menos de tres meses que faltan para la cita mundialista deberá resolver varios retos. El primero, contener el entusiasmo generado para que no altere al equipo. La goleada ante la albiceleste en el estadio Wanda Metropolitano de Madrid, inevitablemente, situó a España como una de las favoritas a triunfar en Rusia. Sobre eso se refirió ante la prensa.
"Estamos contentos, pero el Mundial no ha empezado todavía. No voy a pelearme con nadie porque esté contento con nosotros y tenga euforia. Otra cosa es cómo lo gestionemos nosotros. Sabemos donde estamos, con calma y tranquilidad. Sabemos lo que es un Mundial", dijo Lopetegui, consciente de que España ya se llevó enormes decepciones en Brasil 2014 y en Francia 2016 después de haber partido desde una situación similar.
Un mensaje que, como demostró también Isco con sus declaraciones, ha calado en el vestuario. "Estamos creando una selección con mucho futuro y un equipo muy compacto, pero tenemos que ir con humildad a Rusia y saber que queda mucho trabajo por hacer", dijo el volante del Real Madrid y protagonista del triunfo con sus tres goles.
Sin embargo, alrededor de España se ha declarado el estado de optimismo, como el que se desprende de las palabras del ex seleccionador español Javier Clemente. "La Selección se puso ayer en la línea popular de cuando se ganó el Mundial. No por ganarle 6-1 a Argentina, sino por el juego. Técnico, rápido y efectivo. Argentina, por su fama que no por su juego, ha dado mucho valor a este 6-1", reflexionó hoy en su cuenta de Twitter el entrenador que dirigió a "La Roja" entre 1992 y 1998.
La otra gran tarea que afronta Lopetegui en estos tres meses previos al Mundial es la de conformar una convocatoria en la que cada día está más caro meterse. España atraviesa un momento dulce en cuanto a talento futbolístico y la difícil elección del entrenador será clave. La buena noticia para el técnico es que, tras los últimos dos amistosos de nivel ante Alemania (1-1) y Argentina, parece haber encontrado la base de su equipo titular.
Es indiscutible el arquero David De Gea (Manchester United) y la línea defensiva con Sergio Ramos y Daniel Carvajal (Real Madrid) y Gerard Piqué y Jordi Alba (Barcelona). A pesar de que el mediocentro defensivo lo ocupó con éxito Koke Resurrección (Atlético), ese lugar es de Sergio Busquets (Barcelona) si nada lo impide como en esta ocasión lo hicieron sus molestias musculares.
En el apartado más creativo parece haberse asentado la apuesta de Lopetegui por el talento acumulado que supone la unión de Andrés Iniesta (Barcelona), Isco Alarcón (Real Madrid), Thiago Alcántara (Bayern de Múnich) y David Silva (Manchester City), aunque el joven Marco Asensio (Real Madrid) aprovechó la ausencia del último ante los argentinos para demostrarle que quiere pelear por un lugar entre los once firmando dos asistencias y un enorme partido.
Y es en la delantera donde más vueltas va a tener que darle a la situación el seleccionador español, porque tiene un verdadero dilema. Son tres los goleadores que debe llevar un equipo que nunca juega de inicio con más de un centrodelantero (y a veces ninguno) y él tiene cuatro nombres, de los cuales deberá descartar uno: Álvaro Morata (Chelsea), Diego Costa (Atlético), Iago Aspas (Celta de Vigo) y Rodrigo Moreno (Valencia).
El primero de ellos es el que parece ahora con mayores probabilidades de quedar afuera tras su ausencia en esta última convocatoria, aunque Lopetegui ha insistido en que sigue contando con él y no en vano fue su delantero titular durante la fase de clasificación.
El hispanobrasileño vive un presente dulce en el equipo madrileño y tuvo un notable regreso al equipo, con gol incluido, tras haber salido del mismo durante su última etapa con problemas en el Chelsea. El gallego Aspas parece haberse ganado ya el sitio tanto por rendimiento, con goles importantes en su poca participación, y por su polivalencia, que le puede hacer jugar por las bandas o como mediapunta.
Por último, las recientes actuaciones de Rodrigo han venido a demostrar que, aunque parecería que parte en desventaja, su estilo es el que mejor ha encajado en la idea de juego. Y tampoco hay que olvidar que el valencianista fue el delantero titular de Lopetegui en su exitoso paso por la selección española sub-21, por lo que goza de su máxima confianza.
El seleccionador podría optar por la salomónica opción de llevar a los cuatro y sacrificar a uno de los mediocampistas al poder contar con Aspas como uno de ellos.
Pero ahí se encontrará con un nuevo dilema porque los lugares están contados. Los arqueros Pepe Reina (Napoli) y Kepa (Athletic de Bilbao), los defensas Nacho (Real Madrid), Azpilicueta (Chelsea), Odriozola (Real Sociedad) y los volantes Saúl (Atlético) y Lucas Vázquez (Real Madrid) también parecen afirmados en la convocatoria, pero en tres meses todo puede pasar.