Unas semanas atrás, a través de un Facebook Live transmitido desde su cuenta, Pedro Aznar invitaba a espiar una reunión cumbre que lo tenía como anfitrión y maestro de ceremonias. A su lado David Lebón, y un poco más atrás Charly García completaban el cuadro que mostraba el reencuentro de Serú Girán en versión 3.0.
La excusa de la reunión empezó a ser revelada de a poco; primero fue "La grasa de las capitales" (la canción), después "Perro andaluz" y, finalmente, "Canción de Hollywood".
Pero lejos de ser una escucha “normal”, los tres temas eran intervenidos por el dueño de casa, que analizaba y comparaba la versión del vinilo original, la del CD y las nuevas remezclas que forman parte de la reedición del álbum que, con motivo de su 40 aniversario, salió a la luz el viernes en las plataformas digitales.
El formato físico (vinilo y CD), en tanto, saldrá en enero de 2020, con el arte de tapa restaurado, con nuevas imágenes inéditas y un póster. "Apareció de nuevo la música", sintetizó Aznar, quien junto a su habitual colaborador Ariel Lavigna, se encargó de llevar adelante un meticuloso trabajo de restauración, remezcla y remasterización de cada uno de los temas. "Es un trabajo durísimo, porque con el paso del tiempo la cinta tiene una cierta degradación; entonces hay bachecitos que restauramos a mano, uno por uno, montones de ruiditos y distorsiones", explicó Pedro.
El resultado sorprendió a sus propios ex compañeros de banda, y ya durante la emisión de aquel Facebook Live, con las limitaciones que impone el formato, quedó en evidencia la "puesta en valor" del material, que marcó un punto de inflexión en la historia del rock argentino, y en la propia carrera de Charly García.
Desde lo artístico, porque constituyó una vuelta de tuerca en el desarrollo del discurso musical del cuarteto, que se evidencia en canciones como "San Francisco y el lobo" o la fantástica "Viernes 3 A.M."; desde lo conceptual, porque asumió la ironía como una herramienta central a la hora de abordar la crítica social, que destilan temas como "Frecuencia modulada" o "Los sobrevivientes".
Todo, más allá de la destreza y ensamblado sonoro que habían logrado Charly, David, Pedro y Oscar Moro. "¿Pero cómo hacíamos para hacer todo esto, que ninguno se atrasaba?", disparó Lebón durante aquel encuentro, y la respuesta de García no se hizo esperar: "Ensayábamos, y mucho."
Y se extendía al arte de tapa, que parodiaba la estética de la de la revista Gente, representativa de una prensa que formaba parte del blanco al que apuntaba la aguda mirada de García, quien propuso la idea. "Estaba podrido de todas esas revistas tipo Gente, tan caretas", supo declarar el músico alguna vez.
La tapa muestra a Pedro Aznar como un oficinista, a David Lebón como el rugbier menos pensado; Oscar Moro hace de carnicero y García es empleado de una estación de servicio. La foto es de Rubén Andón, quien calificó de hallazgo arqueológico el de algunas tomas que habían quedado en el olvido, y que contó a este diario que sólo fueron 24 disparos. Dos rollos de 12. Y recordó que a las 48 horas de haber hecho las tomas, sonó el teléfono de su viejo estudio. Era García. "Le comenté que las fotos ya estaban y al rato vino a completar su obra. Eligió la que más le gustaba y se fue. Charly fue el autor intelectual", concluyó.
Sin embargo, la recuperación de la obra no fue sólo una cuestión técnica, y todo el trabajo que se llevó a cabo sobre ella fue la segunda parte de una historia que había comenzado mucho antes, cuando el Inamu (Instituto Nacional de la Música), presidido por Diego Boris, se lanzó al rescate del catálogo de Music Hall, el sello con que se editó este disco. "Eran más de 1500 títulos de un sello que quizás fue una de las compañías más importantes de capitales argentinos. Parecía una multinacional como RCA Víctor, Emi Odeón y otras. Tenía un estudio y era de una persona, Néstor Selasco. Se trataba de una empresa familiar y editaban folclore, tango y música popular, rock", explicó recientemente Boris a la publicación Recorplay.
Finalmente, el propio Inamu, más Zarpa y 300 Producciones, confluyeron en la realización de la nueva edición de "La grasa de las capitales", que festeja de la mejor manera sus cuatro décadas.