En una pausa entre reuniones con clientes extranjeros, a quienes visitó y hoy lo visitan a él, Ariel Zucarelli cuenta que su familia empezó a producir ajo "desde muy abajo", en una enramada en una finca de 2,5 hectáreas, en Fray Luis Beltrán.
Recientemente fue elegido como presidente de la Asociación de Productores, Empacadores y Exportadores de Ajos, Cebollas y Afines de Mendoza (Asocam) y cuenta que solicitaron en Buenos Aires que se reduzca la retención de $4 a $3 por dólar. También sostiene que buscará que se planifiquen las temporadas para obtener mayor calidad y mejores precios.
- ¿Cómo se está pagando el ajo en el mercado externo?
- Nos encontramos con un mercado internacional que tiene mucho stock, por lo que el precio, en general, es menor al del año pasado en dólares. Es muy difícil definir uno porque depende de la variedad y categoría del ajo, el tipo de envase y la presentación.
Pero en términos generales, el valor de mercado de esta temporada, debido a esta sobreoferta, es menor al del año pasado. Aproximadamente entre un 10 y un 15% menos.
- ¿Cuál esperan que sea la evolución en los próximos meses?
- Va a depender mucho de la cuestión climática. Si tenemos ajos de calidad, vamos a poder defender mejor el precio. El comprador puede pagar la calidad un poco más.
Ahora, en la medida en que tengamos ajo de mala calidad, el mercado va a caer. El año pasado tuvimos una temporada excelente. Casi no llovió. Pero este año arrancó con lluvias y nos está trayendo muchos dolores de cabeza.
- ¿Qué problemas les acarrea esto?
- El productor tiene que estar atento. Ha quedado mucho ajo en el campo y si está tapado con un plástico y el sol lo quemó o el viento lo levantó, tiene que comprar un nylon nuevo. Depende de los recursos que tenga para salvar el producto. Pero si no lo descuida, vamos a tener la posibilidad de vender nuestra producción, porque en los mercados internacionales estamos en contra estación.
- ¿Y los costos cómo están con respecto a la temporada pasada?
- Los costos de producción están casi todos en dólares y el combustible aumentó más que el tipo de cambio. Los costos son muy parecidos a los del año pasado pero con ventas menores. Todo lo que ayudó la devaluación no alcanzó. Si a eso se le suma los $4 por dólar exportado, nos termina dejando un escenario mucho más complejo que el año pasado.
Con Asocam estuvimos la semana pasada en Buenos Aires y nos recibió (el secretario de Agroindustria, Luis Miguel) Etchevehere. Le planteamos bajar a $3 por dólar, porque podemos demostrar que no somos como la soja. Que la cosecha es manual, que trasladamos ajo verde, que hay que secarlo, que es un proceso y que pagamos mucho más por la energía.
Llevamos documentación para demostrar que este impuesto es devastador para nosotros. Ellos se han quedado con esa inquietud y el compromiso de reverlo para el mes de enero. Nos dijeron que hay metas económicas que tienen que cumplir, pero que el ajo es uno de los productos que está primero en la lista para rever el monto de la retención.
- Como presidente de Asocam, ¿qué le gustaría lograr?
- A mí me interesa que todo el sector planifique la siembra, para que lo que cada productor siembre en esa temporada ya tenga un comprador o él mismo cuente con un caballete o secadero donde poder colocar su ajo hasta el momento en que el mercado mejore. Si agrandamos la producción y no lo tenemos colocado como producto de calidad, no se consigue un buen precio. Y ni nos achicamos, vamos a desabastecer mercados interesantes.
Otro tema es el del antidumping para el ajo chino en Brasil. Es algo crucial para nosotros y el desafío es lograr que ese impuesto no sólo que se mantenga, sino que se haga cumplir, porque está entrando ajo de la China a Brasil por Paraguay y Bolivia sin pagar el impuesto. E incluso por el mismo país con un protesto. Los exportadores chinos inician acciones legales para defenderse y terminan en el mercado sin pagar.
El antidumping se renovó por un año en octubre, pero ahora los productores brasileros hacen su presentación para fundamentar porqué piden mantener el impuesto y nosotros también, como miembros del Mercosur, hacemos nuestra presentación de costos. Pero por el otro lado están en la mesa los exportadores chinos, que quieren que lo saquen.
Perfil
Ariel Zucarelli (47) cuenta que su padre se inició como comprador y comisionista de ajos hace unas cuatro décadas.
Después empezó a comprar ajos para trabajar en la casa familiar y con el tiempo logró comprar una finca de 2,5 hectáreas en Fray Luis Beltrán (Maipú), donde procesaban los ajos bajo una enramada de cuatro palos y techo de caña y barro.
Hoy tienen el galpón de empaque en Beltrán y fincas en Los Álamos (Maipú) y El Paramillo (Lavalle), aunque su producción es de volumen pequeño, ya que privilegian la calidad por sobre el volumen. Las variedades que cultivan son violeta o morado, spring blanco y blanco perla. Exportan el 100% de lo que producen a Estados Unidos, Europa, Australia, México y Brasil.