El tenis argentino quedó a un paso de disputar la quinta final de Copa Davis de su historia al ganarle 2-1 a Bélgica la semis que se juega en el Forest National de esta ciudad, luego del muy ajustado triunfo de Leonardo Mayer y Carlos Berlocq en el dobles sobre Steve Darcis y Ruben Bemelmans.
Mayer y Berlocq, quienes sufrieron más de la cuenta y desaprovecharon muchas oportunidades, necesitaron de cuatro horas para darle el segundo punto al equipo argentino por 6-2, 7-6 (2), 5-7 y 7-6 (5) y dejarlo a una victoria de la final. Sin la obligación de ganar para mantener al conjunto albiceleste con vida, Mayer, si está en condiciones físicas después de haber jugado casi ocho horas en dos días, se las verá hoy desde las 9, con David Goffin, y de ser necesario Federico Delbonis enfrentará a Steve Darcis.
Finalizado el segundo día de competencia, el equipo albiceleste está frente a un escenario casi ideal, con dos partidos por delante y la necesidad de una victoria para sellar el pasaje a la final, instancia a la que ni el más optimista soñaba llegar.
El partido fue cambiante, irregular, caliente por la atmósfera que se vivió en las tribunas, y en ese combo fueron los argentinos quienes, no sin sufrimiento y dudas, lograron festejar. La dupla argentina comenzó en gran nivel y tras quebrar el saque de la pareja belga en el séptimo juego se quedó con el primer set por 6-2. Rápidamente, y con quiebres en el tercer y séptimo game tomó ventaja de 5-2 y parecía encaminarse a un triunfo.
El nivel de Mayer y Berlocq se parecía al que poco tiempo atrás habían mostrado para vapulear a Serbia en Tecnópolis, pero en el octavo game del segundo set todo cambió. Darcis y Bemelmans, que se sabían casi perdidos, jugaron sueltos y quebraron el saque argentino. Allí las dudas cruzaron la red y los argentinos ya no fueron lo que eran. Con otro quiebre en el décimo los belgas igualaron el marcador y después forzaron el tie break.
En el segundo punto de la definición, y tras un polémico fallo del juez de silla, quien hizo repetir un punto que los belgas consideraban ganado, el público local convirtió el estadio en una caldera y empujó a sus jugadores.
El tie break y el segundo set quedó en manos de Argentina, pero esa diferencia, que parecía definitiva, mutó a un partido cerrado y con un final casi agónico. Darcis no volvió a errar una pelota y Bemelmans mejoró notoriamente, y decididos a revertir el resultado por momentos doblegaron a una pareja argentina que ya no lucía tan segura y confiable.
Los belgas quebraron en el undécimo game del tercer set y luego cerraron el parcial por 7-5, haciendo delirar a su público. La paridad continuó en el cuarto y, con un quiebre por lado, el encuentro se definió en favor del conjunto albiceleste en el tie break.
En ese momento, el más caliente y angustiante del partido, Berlocq sacó como casi nunca antes, y Mayer fue más agresivo. Los argentinos ganaron el duelo mental en el momento más importante y consiguieron un triunfo que alimenta el sueño de llegar a la final.
El escenario es casi inmejorable y la ilusión del equipo y de los hinchas intentará transformarse en realidad hoy.