La calma cambiaria busca completar su décima semana consecutiva. Es decir, hace 10 semanas en las que no vemos un salto importante en el tipo de cambio. Esto es todo un logro más aún, contemplando los episodios de volatilidad en el dólar que vimos en los últimos 15 meses. Un dólar mas alto y mas competitivo mejoró la posición de las cuentas externas. A su vez, la calma en el dólar hace que la inflación se modere a la baja y que las tasas de interés en pesos busquen normalizarse en niveles ligeramente inferiores a los actuales.
Ya con un dólar alto y competitivo y, gracias a la posibilidad de que el BCRA intervenga en el mercado cambiario, el tipo de cambio encontró cierto equilibrio. De hecho, de las ultimas 45 ruedas, solo 6 tuvieron una variación mayor al 1% en el tipo de cambio. La suba del dólar en el primer trimestre colocó a la divisa en niveles altos y competitivos. A su vez, la baja en la volatilidad del tipo de cambio contribuyó a que veamos un sendero de mejora en los números de inflación y de las tasas nominales en moneda local.
Calma cambiaria por buenos números externos
Un dólar más competitivo contribuyó a que veamos una mejora en los números externos. Aun así, el factor recesivo también golpeó a las importaciones, haciendo que la balanza comercial mejore. Justamente, uno de los factores que colabora para que el tipo de cambio se mantenga en niveles de baja volatilidad, proviene por el equilibrio que encontraron los números comerciales de Argentina, tanto en su cuenta corriente como en su cuenta capital.
Los analistas de Grupo SBS destacaron que la información vinculada a las cuentas externas sigue mostrando que Argentina se encuentra en una posición mucho más confortable.
“La cuenta corriente registró un déficit de u$s 3,800 millones en el primer trimestre de 2019 y 4,5% del PBI en el acumulado de los últimos 4 trimestres, descendiendo notablemente desde el 5,9% registrado en el tercer trimestre de 2018. Más importante aún, el déficit de cuenta corriente sin intereses cayó a 1,9% del PBI en los últimos 4 trimestres, en una significativa recuperación que lo coloca más de un punto por encima del mínimo requerido para estabilizar la deuda externa”, dijeron desde la compañía.
Por su parte, los analistas de Portfolio Personal Inversiones (PPI) propusieron una reinterpretación del resultado de la cuenta corriente consiste en separar los dólares privados de los dólares públicos.
“Por un lado sabemos que el saldo, sea déficit o superávit en dólares, de Bienes y Servicios corresponden al sector privado; al que se le resta pagos de intereses privados enviados al exterior y las utilidades netas. De dicha cuenta surge que el sector privado pasó de un déficit de u$s 11.922 millones en mayo de 2018, a un superávit de casi u$s 9.000 millones en mayo de 2019”, sostuvieron desde PPI.
De esta manera, se destaca que existe un excedente de dólares en la plaza local y desde PPI entienden que hoy pareciera que “sobran divisas”.
“Al mercado le sobran dólares. Este sesgo debiera prevalecer en los próximos meses, salvo fuertes equivocaciones del Banco Central (poco probable) o malos resultados en las elecciones (encuestas o Paso). En términos más simples; hay oferta de divisas, fruto del ajuste privado sumado a tasas de interés reales positivas que lleva hacia la apreciación del peso en el corto plazo”, comentaron desde PPI.
La calma cambiaria ayuda a la desinflación
El escenario de calma cambiaria ayuda para que la estabilidad en los precios encuentre un sendero de normalización. De esta manera, los últimos ajustes a la capacidad de intervención cambiaria del BCRA permitieron un instantáneo descenso de la volatilidad y contribuyendo a que veamos un cambio de tendencia en los números de inflación.
Los analistas de Grupo SBS destacaron que la capacidad de intervención cambiaria del BCRA ayudó a estabilizar la demanda de pesos, desacelerando la inflación y alimentando cierta recuperación de la confianza y las expectativas.
“Ayudada por la estabilización cambiaria, la inflación de mayo mostró el segundo mes consecutivo de desaceleración y ya comenzó a anticipar lo que vendría en las semanas siguientes. En concreto, la inflación general fue de 3,1% mensual y 57,3% anual, mientras que la inflación núcleo también se desaceleró a 3,2% mensual”, recordaron desde Grupo SBS.
De cara a los próximos meses, los analistas de la compañía entienden que, la estabilidad cambiaria y los escasos aumentos de precios regulados en agenda debieran ayudar a consolidar la desaceleración de la inflación.
“Sobre esta base, esperamos una inflación promedio de 2,4% mensual en el tercer trimestre de 2019 y 2,2% mensual en el cuarto trimestre del año, dejando la cifra total del año en 40%”, proyectaron.
Un operador de bonos de un banco local aseguró que vimos un techo en la inflación y que el sendero de precios se ira acomodando a la baja en los próximos meses.
“Creemos que vimos un techo en los números de inflación. Es clave que la dinámica inflacionaria vaya a la baja para restarle presión al tipo de cambio y que no veamos nuevos eventos cambiarios. De esta manera, esperamos que los próximos datos sigan yendo a la baja, mes contra mes. A menos que veamos un mal dato en las paso y errores del BCRA, la dinámica debería seguir yendo a la baja en los próximos meses. Aun así, nuestra proyección es del 40% de inflación anual para fin de año. Cualquier número debajo de esa cifra seria un logró para la gestión de Sandleris”, dijo el trader.
Tasas de interés a la baja
Finalmente, la menor tensión cambiaria ayudó para que veamos un contexto de normalización de tasas de interés ligeramente a la baja. De perdurar la calma en el dólar y de contar con registros de inflación a la baja, es de esperar que la tasa de interés se corrija en los próximos meses. Aun así, el BCRA no quiere apurarse y evitar nuevos errores como los vistos en el primer trimestre del año, cuando se apuró en bajar la tasa de interés y derivó en otro evento cambiario.
Desde Portfolio Personal Inversiones entienden que la política de congelar la Base Monetaria está dando claros resultados en materia de tasas nominales, reales e inflación.
“En términos de tasa, en el segundo trimestre se evidencia una mayor rigidez monetaria, con las tasas nominales y reales subieron. Las tasas nominales fueron aumentando hasta mayo y con la caída del Riesgo Argentina en junio (efecto Picchetto e indicadores económicos), estas iniciaron un derrotero bajista y el cual se acentuará en Julio”, anticiparon desde la compañía. Finalmente, en la ultima semana el BCRA decidió bajar los encajes, llevar a cabo una meta de base monetaria mas dura y reducir la tasa mínima en las licitaciones de Leliq.
“El BCRA busca conducir con la baja de encajes, la mayor demanda de Base Monetaria, así procurando que el Sistema Financiero tenga mayor liquidez para que las tasas nominales sigan un sesgo bajista; a la par de la caída de la inflación. El dato de junio presentaría una inflación del orden del 2.6%, cayendo por tercer mes consecutivo tras el pico de marzo”, detallaron los analistas de PPI en su informe.