La polémica en torno a la ampliación del dique El Carrizal continúa desde su anuncio en febrero de este año. La obra -prevista para abril y postergada para mayo-, fue cuestionada primero por Diputados y después por los dueños de los clubes de la zona. Ahora, la UNCuyo se suma a las voces en contra y en un comunicado oficial dice que no avala las tareas de ampliacion en el espejo de agua.
A un día de la audiencia pública, desde la UNCuyo aseguran que las tareas encomendadas todavía están en curso y que cuando estén completas no serán suficientes para decidir ampliar o no el dique.
"Nuestros estudios constituyen una instancia que valoramos como necesaria y muy provechosa, aunque no suficiente, para el conocimiento de la seguridad de la Presa", dice el comunicado.
Nuestros estudios no constituyen un aval para la adopción de determinadas medidas propias de la operación del Embalse.
"Por tales motivos, nuestros estudios no constituyen un aval para la adopción de determinadas medidas propias de la operación del Embalse ni para la ejecución de obras específicas", agrega.
Por el momento, los especialistas están estudiando si el dique funciona bien, reconstruyendo los cálculos viejos para definir la viabilidad del proyecto, evaluando la velocidad de desembalse y decidiendo las mejoras tecnológicas para dar más seguridad, entre otras tareas.
La obra
La iniciativa se llama Plan de Recuperación de la vida útil del dique consiste en la ampliación del aliviadero del embalse El Carrizal que permitirá recuperar en un 54 por ciento su volumen.
Este proyecto mejorará las condiciones de riego y asegurará la sustentabilidad de 20.000 productores y unas 99 hectáreas que se distribuyen desde allí.
Especificamente, consiste en la construcción en una extensión de 253.70 metros de una estructura de hormigón armado que se inserta en el vertedero actual con un perfil hidráulico compatible y que incrementará el nivel de vertido en 1.50 m.
El aliviadero es una estructura hidráulica destinada a permitir el pase del agua en los escurrimientos superficiales y se encuentra ubicada junto al paredón de la presa.
Los cuestionamientos
Desde Diputados sostienen que faltan estudios que garanticen que el paredón resistirá. El legislador radical Jorge Sosa asegura que la información técnica que envió el Gobierno a la Comisión de Obras se reduce prácticamente, a un informe preliminar elaborado por la UNCuyo a pedido de Irrigación.
“Se trata de un informe preliminar, que no es definitivo y donde para hacer el cálculo de la nueva capacidad del embalse se emplearon los parámetros geotécnicos que mostraba el dique en 1971 y basado en el código de construcción sísmico de aquellos años”, dijo.
Por su parte, los dueños de los clubes ubicados en la margen están en contra porque aseguran que perderán sus inversiones si el caudal aumenta.
La respuesta de Irrigación
Desde Irrigación sostienen que los estudios de la UNCuyo no son los únicos que se tienen en cuenta para la ampliación del dique. También ha participado del proceso el Instituto Nacional del Agua, la Dirección de Hidráulica, el Ministerio de Infraestructura, el Instituto de Medio Ambiente y expertos internacionales como Marcelo Lapetina (Ingeniero Civil e Hidráulico de la Universidad Nacional de la Plata) y Oscar Navarro (Ingeniero Civil).
El ingeniero Navarro tiene una experiencia de 40 años en el diseño, construcción y supervisión de presas. Fue Gerente de Proyecto para la obra Piedra del Águila y Director de obra en la presa Pichi Picún Leufú, ambas sobre el río Limay. Además, se vinculó al diseño y construcción de presas en Panamá, Guyana, México, Perú y Chile, entre otros países de Latinoamérica. En Mendoza, tuvo dirección adjunta del proyecto del Río Grande y asistió a la provincia en la construcción de Potrerillos.
"Como una conclusión técnica general, personalmente entiendo que este proyecto no sólo es factible desde el punto de vista técnico sino que además es muy conveniente para recuperar la capacidad de regulación del río, que el embalse El Carrizal ha perdido por los sedimentos acumulados y es totalmente posible y factible técnicamente elevar la cota del vertedero en un metro y medio adicional a la actual, teniendo en cuenta de que eso permitirá mantener desde un punto de vista global y conceptual las condiciones actuales de seguridad de la presa sin disminución de las mismas en la condición futura".
"Las consideraciones tenidas en cuenta son varias. Desde un punto de vista hidráulico tenemos que asegurarnos que la presa en la nueva condición, sea capaz de manejar las crecidas de diseño que han sido previstas y que son calculadas para cada una de las presas. Es decir, que cuando venga un caudal muy importante la presa pueda manejarlo. Por otra parte, consideramos que la estabilidad de la presa en su conjunto no sufra una disminución sensible ni en sus condiciones de carga estática ni en sus condiciones de carga dinámica. Así mismo se verifica que el borde libre de la presa, o sea la revancha, sea suficiente en la nueva condición con el recrecimiento del nivel del embalse".