Tras el inicio de la corrida cambiaria a fines de abril de 2018, el dólar se mostraba imparable y resaltaba las vulnerabilidades de la economía argentina. Las dudas de Wall Street sobre la Argentina se acrecentaban y resaltaban en medio del inicio de una crisis que ya lleva más de un año. De esta manera, con los mercados de capitales internacionales cerrándose, el Gobierno recurrió al FMI para buscar financiamiento, fortalecer sus disponibilidades financieras e iniciar un programa económico de ajuste para corregir los desequilibrios. Hoy se cumple un año del regreso al organismo de crédito internacional y todas las variables financieras muestran números negativos.
El 8 de mayo de 2018 el Gobierno inició conversaciones con el Fondo. Previo a ello, la primera señal de alerta que arrojó el mercado ante los inicios de la crisis fue la abrupta suba del dólar desde finales de abril. Si bien la tendencia se acentuó, en paralelo tanto las acciones y bonos se vieron deteriorados y este escenario de crisis y alarma.
Dólar
La abrupta suba del tipo de cambio fue lo que motivó a que el gobierno acudiese al FMI con el plan de recibir financiamiento para paliar la crisis, en un contexto en el cual resultaba imposible conseguir financiamiento en el mercado internacional. Si bien el Gobierno consiguió una asistencia inicial de u$s 50.000 millones que luego la ampliaron a un total de u$s 57.000 millones, la suba en el tipo de cambio no se pudo contener.
El saldo final es una aceleración de la corrida con un avance de 102% en el ultimo año, lo que terminaría empujando luego a evidenciar un escenario inflacionario alto y obligando a que el BCRA suba la tasa de interés hacia niveles de 40% de la Lebac en su momento, previo al inicio de conversaciones con el FMI, hasta los niveles actuales de 73% de la Leliq.
Riesgo país
En medio de la crisis, los inversores locales e internacionales buscaban desarmar posiciones de activos argentinos para posicionarse en activos de cobertura. Esto es, vender bonos y acciones para comprar dólar. Por ello es que la suba de la divisa no se detuvo y, en paralelo, el riesgo país registró un avance del 93% en el último año, pasando de 480 puntos hasta los 925 puntos actuales.
La parte mas corta de la curva se desplazó en el ultimo año mas de 1500 puntos. El Bonar 20 rendía 3,8% y pasó a tener una TIR del 17%. El Bonar 24, hace un año rendía 5% y paso a rendir 16%. La parte más larga de la curva rendía en torno al 7% y actualmente las tasas de los bonos se ubican por encima del 10% al 12%, dependiendo del bono que se tome como referencia.
El riesgo país registró un avance del 93% en el último año, pasado de los 480 puntos a los 925.
Sin dudas, esto habla de un deterioro de la renta fija argentina y de un fuerte desarme de posiciones de inversores internacionales de los bonos locales. La sobre ponderación que tenían los inversores internacionales en bonos argentinos, y el fuerte reversal de las expectativas generó que el movimiento sea violento a la baja, deteriorando aun mas a los activos locales.
Acciones
Por último, la renta variable no se salvo de la debilidad a la cual estuvo inmersa el mercado local. Desde que el Gobierno anunció un regreso al FMI, el Merval en dólares cayó un 44%, pasando de 1300 puntos hasta los niveles actuales de 730 puntos de dólar. Acciones como Supervielle o Cablevisión arrojan bajas mayores al 65% en dólares y el 95% de las acciones del mercado local se muestran en rojo tanto en pesos como en moneda dura.
El desplome en las acciones en Nueva York y en la bolsa local empujó a que la volatilidad en la renta variable se dispare. De esta manera, la perdida de valor en los activos locales se acrecentó a lo largo del ultimo año.
El Merval en dólares cayó un 44%, pasando de 1300 puntos hasta los niveles actuales de 730 puntos de dólar.
La caída en el precio de los activos financieros y la suba del tipo de cambio generó el inicio de un circulo vicioso en el cual, cuanto más se deterioraron los activos, más perdida de imagen positiva tenia Macri y más lo capitalizó la oposición. De esta manera, la incertidumbre electoral se agranda y más miedo tienen los inversores. Este miedo hace que los tenedores de activos financieros decidan desprenderse de tales instrumentos ante la gran incertidumbre que hay y con la amenaza de un regreso del populismo de la mano de CFK. Por ello es que se potencia la baja de los activos y se acrecienta la suba del dólar.
El mercado internacional
Si algo es seguro en esta crisis es que no se le puede echar la culpa al mercado internacional, ya que si bien el mismo no acompañó por momentos, la dispersión de los rendimientos de los distintos activos financieros globales con los argentinos es significativa.
El SP&500, el índice bursátil más importante del mundo se encuentra un 7,3% por encima de los valores que registraba hace un año. Por otro lado, mientras el ETF de emergentes (EEM) cayó 8,6% en el último año, el índice en dólares de la bolsa de Brasil perdió 1% desde que Argentina regresó al FMI. Por su parte, el índice de bonos en dólares de mercados emergentes cotiza en los mismos niveles que lo hacia hace 12 meses, haciendo que la renta fija local se disocie significativamente de los bonos emergentes globales.