A rockear: por los treinta años de Los Alfajores de la Pampa Seca

El rock más zanjonero de la provincia cumple tres décadas de existencia. ¿Cómo no celebrarlo?

A rockear: por los treinta años de Los Alfajores de la Pampa Seca
A rockear: por los treinta años de Los Alfajores de la Pampa Seca

La sala arrastra el frío no muy intenso que viene de afuera. Es de noche y en pleno barrio Bombal, Los Alfajores de la Pampa Seca preparan uno de sus últimos ensayos para el recital "Yo los vi tocar", que presentarán mañana por la noche en el teatro Independencia. De paso van a celebrar sus 30 años sobre tablas. Los Alfajores debe ser una de las bandas más queridas del rock vernáculo. Subidos a su estilo que ellos mismos denominaron 'zanjonero' han recorrido en las tres décadas "más de 1500 recitales", calcula a ojo uno de ellos.

El ensayo pactado a las 22 comienza puntual. Hay, en las cabezas de los tres integrantes varones algo en común: las canas. Paula Casciani, al bajo y la más joven, se ha teñido lo que sería el flequillo de color ceniza para no desentonar.

Roberto Fiat suelta los primeros acordes de "La culpa no es del chancho", tema del primer disco de Los Alfajores , seguido por su colega Sergio Bonelli. Paula y Carlos Casciani reeditan el cordón umbilical en la base rítmica: son hija y padre, bajista y baterista. En la sala ya no hace frío; un rock clásico la ha calefaccionado.


En pleno ensayo. La banda reunida en el Bombal para prepararse. | Marcelo Rolland / Los Andes
En pleno ensayo. La banda reunida en el Bombal para prepararse. | Marcelo Rolland / Los Andes

"¡No vayas a preguntar por qué le pusimos ese nombre a la banda!", se atajan. Pero concluyen con rapidez: "Es que en 1989, cuando empezamos, había una idea general en las bandas de ponerle un poco de glamour a los grupos con términos en inglés: era como que quedaba bien". Los Alfajores hicieron lo contrario y se condenaron a que en todas las entrevistas les hicieran la misma pregunta.

Un ensayo es, para quien no los conoce, una sucesión de bromas que se alterna con climas deliciosos del blues más presto a escuchar. Los dos guitarristas, además de tocar muy bien y casi de memoria, son buenos para la ironía. Que también la llevan a cabo en los escenarios. "Nunca dejamos que el fracaso se nos suba a la cabeza", dice Fiat mientras afina.

Para entender a esta banda zanjonera hay que remontarse 30 años atrás e instalarse en una siesta potente del barrio Peluqueros de Las Heras. "Roberto y yo teníamos un cuarteto -rememora Bonelli- y nos llamaron a tocar en una iglesia. El tema fue cuando el presentador nos preguntó cómo se llamaba la banda. Al nombre lo había llevado yo a los ensayos pero no era oficial ni contaba con mucho consenso. El caso fue que dijimos que, por ese domingo -enfatiza-, nos llamaríamos Los Alfajores de la Pampa Seca. Y acá estamos, ¡30 años más tarde!".

Son años

El hecho de ser sobrevivientes de las últimas décadas del rock local, les permite mirar todo en perspectiva. Y desde la perspectiva se notan más las diferencias. "En nuestros comienzos no había lugares para tocar, había que convencer al dueño para que nos dejara; diez años después sí hubo pubs, más avidez del público: nosotros llegamos a tener dos shows por fin de semana", cuenta Fiat. Para Casciani hoy es más complicado que antes eso de tocar: "primero, hay pocos sitios, y segundo que con la crisis actual muchos dejan lado el gasto de ver una banda". En tanto Bonelli pone de manifiesto que "la tríada policía-vecinos-municipios, está funcionando perfectamente para evitar que se toque en lugares".

En el trío Carlos Casciani-Bonelli-Fiat, "nacimos sin bajista, como falla de origen", está el ADN alfajorístico. En las tres décadas desfilaron Gerardo, Lucero, Ariel Farías y Flavio Barrientos entre otros. Hoy está Paula. Por eso, a los tres solo les basta con mirarse para saber por dónde van en un escenario. "Calculamos que tenemos más de 1500 toques", coinciden. De todos atesoran uno con Pappo en el teatro independencia en 1999 como el más querido. "Hemos tocado regularmente; nunca bien", vuelven a coincidir.

Y para no parar con los chistes, Fiat trae a colación una de las mejores anécdotas: "Una vez me prestaron un terreno con pileta en la zona de La Primavera, Guaymallén, en pleno verano. Fui con mi familia y se me ocurrió hacer un toque con la banda. Como el lugar no era de fácil acceso, se me ocurrió poner un cartelito que decía 'Aquí, Alfajores', y lo puse en la tranquera de la finca. Termino de hacerlo y pasa un chango en bicicleta: '¿a cuánto los alfajores, don?', me preguntó".


    Marcelo Rolland / Los Andes
Marcelo Rolland / Los Andes

El éxito de cerca

Los Alfajores coinciden en que en algún momento de la vida de un artista (de cualquier rama) asoma la idea de que lo se conoce como éxito está cerca. Los músicos prefieren llamar a esa situación "pegarla". Ser conocido y reconocido y vivir de la música es el sueño de quien se cuelga una guitarra por primera vez. No todos lo logran; casi nadie lo logra. Ellos dicen que pudieron haberlo hecho. Y éstas son sus explicaciones.

"Enun sentido puede ser una frustración y creo que es 'la' frustración de todas las bandas. Pero a nosotros nos agarró grande esa posibilidad. Entre los tres teníamos seis hijos. Teníamos vidas armadas", saca cuentas Fiat. "Y en ese momento la única era 'irse a vivir' a Buenos Aires. Hoy hay otras opciones. Cuando estuvimos cerca, además, se vino la crisis del 2001", aporta Carlos Casciani. "Una vez Adrián Otero nos escuchó y nos dijo que teníamos que ir a probar a Buenos Aires, que en dos años meteríamos 1000 personas por fin de semana", cierra Bonelli.

Mañana, en lo que será el recital 1501 (en términos simbólicos), los músicos volverán a marcar 4 y esparcir sobre el Independencia un poco de cada uno de los cinco CD que atesoran.

Blanco o Negro

(voto Alfajor en  4 clásicos del rock) 
 
Stones 4 - Beatles 0
Soda 0 - Redondos 4
Jannis Joplin 4 - Madonna 0
Charly García 1 - Spinetta 3 
 
Discografía

* La banda del garage (1993) * Tarros con malvones (1997) * Diez años vivos (2000) * 20 años... ya es algo! (2009) * Por un gol (2017)

La ficha

Cuarteto de cuerdas: Víctor Silione (violín), Vichi Palero (viola), Gabriela Guembe (violoncello) y Miguel Greco (contrabajo y dirección del cuarteto de cuerdas) Paula Casciani.:Bajo. Javier Romero: Guitarra  Mingo Casciani: Percusión. Pablo "Soplete" Quiroga: Armónica. Walter Casciani: Saxo. Gustavo Quiroga: Guitarra. Gonzalo de Borbón. Teclados.

Día y hora: Mañana, a las 21.30.

Lugar: Teatro Independencia, Chile y Espejo. .Las entradas se consiguen por EntradaWeb.com o en la boletería del Teatro

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