Godoy Cruz venció a Argentinos Juniors como visitante y se subió, al menos hasta hoy, a lo más alto de la tabla de posiciones de la Superliga. El equipo de Diego Dabove se impuso 2-1 en La Paternal con un doblete del Morro García y llegó a los 53 puntos, al igual que Boca, que esta tarde recibirá a Unión de Santa Fe.
La ilusión de ganar el campeonato sigue intacta. En el mundo bodeguero se sabe que no es una cuestión sencilla, pero como en el fútbol todo es posible siguen soñando con los ojos abiertos. Como los tendrán hoy para observar el encuentro del Xeneize ante el Tatengue, esperando (y rogando) que el equipo del Mellizo no sume y si es posible, pierda en la Bombonera.
El partido de ayer no fue sencillo y tuvo que trabajar bastante el Tomba para sumar los tres puntos. Y más cuando con un gol de tiro libre de Leonardo Pisculichi, a los 9 minutos, comenzó perdiéndolo. Llovía, es cierto, pero el tanto del ex River fue un baldazo de agua fría en el mediodía porteño. En el arranque se había hecho del balón y prácticamente la formación de Alfredo Berti no había visitado el área de Burián. Pero una falta inexistente de González terminó en el primer grito del sábado. A pesar del golpe, Godoy Cruz no modificó el plan. Trató siempre de ahogar a su rival en la salida y de llegar por afuera con ‘Angelito’ y Lencinas. A ellos se sumaban Abecasis y Elías, para completar el quinteto de ataque junto al Morro García. Así aparecieron las primeras situaciones en el arco del juvenil Chávez. Precisamente una diagonal de González terminó en penal a favor del Expreso. Torrén lo cruzó en el área, perdió el control y el pitazo firme de Patricio Loustau marcó el punto de la pena máxima. Tomó la pelota el Morro García y con una carrera lenta, pero sin titubeos, esperó el momento justo para apuntar al otro lado del que eligió el portero. Era el empate. Todo como al principio. El trámite se hizo parejo y de ida y vuelta. Y por momentos estaba para cualquiera de los dos. Pero tras el festejo del uruguayo, Godoy Cruz tomó más protagonismo y mostró más hambre que su rival para quedarse con la recompensa mayor. Así se iba la primera parte. Con el marcador en tablas, pero con la sensación de que los de Dabove en cualquier momento podían desequilibrar.
En la parte final no cambió mucho el escenario. Se prestaron la pelota y las primeras situaciones de riesgo se repitieron en ambos arcos. Todo hasta que llegó un córner perfecto de Angileri, que encontró la cabeza solitaria del Morro, quien por detrás de todos le cambió la dirección y dejó perplejo al uno. Otro grito más del uruguayo para escaparse en la tabla de goleadores y convertirse en el máximo anotador en Primera.
Después del gol, Berti movió el banco e intentó darle aire fresco al mediocampo. Del otro lado Dabove no se inmutó y reforzó la defensa y el medio. Fueron dos movimientos de ajedrez, en donde el resultado final fue a favor del entrenador tombino. Pudo haber estirado la ventaja, es cierto. También le pudieron empatar el juego. Lo cierto es que ganó y hasta que hoy juegue Boca, será puntero. Sí, puntero de la Superliga.