Neymar, quien sufrió la fractura de una vértebra en el partido de cuartos de final ante Colombia y quedó al margen del Mundial, acompañó hoy al seleccionado de Brasil en el partido por el tercer puesto ante Holanda y recibió una calurosa ovación cuando pisó el césped.
Vestido con la camiseta de entrenamiento azul, shorts blancos y la sonrisa de siempre en su rostro, el joven de 22 años primero motivó un griterío cuando apareció en la pantalla gigante del estadio en el túnel de acceso, pero una vez que entró al Mané Garrincha de Brasilia las gradas estallaron.
Faltaban unos 40 minutos para el inicio del partido y como sucede habitualmente los jugadores de ambos equipos salieron al campo de juego a realizar el precalentamiento previo, y ahí sorprendió al público la presencia del `10`, que quedó al margen del torneo tras recibir un rodillazo en la espalda del colombiano Camilo Zuñiga.
Neymar, caminando con dificultad, saludó a las tribunas y se sentó en el banco de suplentes, aunqe se levantó para compartir unas palabras con el ex goleador holandés Patrick Kluivert, actual ayudante de campo del DT de los `naranjas`, Louis Van Gaal.
El astro no pudo asistir a la catastrófica derrota ante Alemania por 7-1 en las semifinales en Belo Horizonte porque estaba de reposo absoluto, pero como ya hoy puede realizar movimientos suaves no quiso perderse el hecho de acompañar al plantel en el partido ante Holanda por el tercer puesto del Mundial.
La gente, claro está, le retribuyó este gesto con una ovación verdaderamente ensordecedora desde los cuatro costados del estadio, que aún muestra varios lugares vacíos cuando restante menos de medio hora para el inicio del partido.
