"Las pocas operaciones que hay, te las pagan a $ 8 el litro de tinto genérico, en 8 o 10 quincenas, a partir de los 30 días de la facturación y el IVA, repartido en los 8 o 10 pagos". Esta afirmación es común a varios bodegueros que están en el mercado de traslado. La situación lleva meses sin cambiar, con inflación en alza, altos costos financieros y donde el más débil de la cadena es el que termina pagando todos los costos.
Qué cambió en los últimos meses: nada. Los viticultores fueron eje de sendos discursos durante la campaña con miras al sillón de San Martín, pero ahí terminó todo. De hecho, el gobierno de la provincia puso en marcha un operativo de compra de vino tinto genérico con la intención de sacar 100 millones de litros de vino del mercado, pero esto tampoco movió la aguja.
Al cierre de la gestión Cornejo el valor del vino está exactamente en términos nominales en el mismo lugar que hace doce meses, y sólo se lograron comprar 7 millones de litros de vino. Es más, si se analizan los últimos doce meses a valores constantes, el precio del vino tinto genérico perdió un poco más de 40% frente a la inflación.
Las razones que se esgrimen desde la industria vitivinícola para validar los precios del mercado están relacionadas con la caída del consumo, los costos en alza y que la última cosecha dejó un sobrestock de 150 millones de litros de vino y la burocracia estatal para poder venderle al Estado.
"La medida era buena pero hay que revisar la implementación. Muchas veces es mejor que esto se canalice a través de las empresas que es donde el productor está más cercano", dijo Eduardo Sancho, presidente de Acovi.
Coincidió Mauro Sosa del Centro de Viñateros y Bodegueros del Este, quien aseguró que parte del fracaso del operativo "responde a la burocracia que puso el Estado y la falta de difusión de la medida".
Todos coinciden en que hay que sacar ese excedente para que suba el precio del vino.
Lo que llama la atención es que a pesar de que el Gobierno puso el dinero sobre la mesa, los tenedores de vino excedente no aparecieron para vender su vino.
¿Qué pasó? Desde el ministerio de Economía de Kerchner sostienen que los tenedores están especulando con una posible alza del precio, una vez que conozcan cuánto se va a cosechar.
A la espera de las malas noticias de la naturaleza
Sin una estimación de cosecha para difundir en diciembre, cada productor y cada bodega hacen sus propias cuentas sobre qué puede pasar de cara a la próxima vendimia. Las heladas registradas durante setiembre y octubre han generado daño y varios como referencia -aun cuando es poco comparable- toman los resultados que ya se están viendo con la cosecha de fruta de carozo.
Desde el Gobierno provincial ya tienen una "primera foto" de lo que pasó entre setiembre y noviembre de este año. En Mendoza hay 15.725 hectáreas de vid que tuvieron daños. San Martín, Rivadavia y San Rafael son los departamentos más afectados.
En tanto, con corte en esta semana, por ahora, con granizo, hay afectadas otras 4.061 hectáreas aunque allí resta saber el daño causado.
Estos números bien se ajustan al reclamo de los productores que ya advirtieron que, en la zona Este, el paño vitivinícola más grande del país, ya se ve una menor carga.
Algunos economistas muestran que con un escenario de baja de sólo el 20%, con una pauta diversificadora igual a la del año pasado -el mosto viene repuntando en valor y volumen- es posible que desaparezca el supuesto sobrestock.
Los números del INV dicen otra cosa y generarían expectativa. Es que varios referente del sector creen que faltando seis meses de despacho, con la suba de las exportaciones a granel, más la leve mejora del mercado interno, el panorama podría mejorar.
Cabe recordar que entre enero y noviembre las exportaciones de vino fraccionado crecieron 3,1% y las de vino a granel, 21%. En tanto, los despachos al mercado interno entre enero y octubre (último dato disponible) subieron 3,4%, nada mal para un mercado que venía en franca caída.
Operativos 2019
Compra de uva. El Gobierno compró uva para mosto a $ 5 contado y $ 5,50 financiado en tres meses (30, 60 y 90 días). En total adquirió un poco más de 461 mil quintales. Ayudó a traccionar los precios en el mercado de uvas.
Autobloqueo de stocks. Se dispuso un operativo para quienes inmovilizaran vino tinto para exportación a cambio de $ 1 por litro de vino y un crédito fiscal de $ 2 por litro de efectivamente exportado. Sólo se autobloquearon 75 millones de litros. La industria pretendía colocar 200 millones de litros.
Compra de vino tinto. Se ofrecía $ 11 por litro de vino tinto a pagar en 30 y 60 días. Sólo se pudieron comprar 7 millones de litros.