La fuerte derrota del Partido Justicialista en las elecciones provinciales del domingo pasado, con una amplia diferencia que llegó a 15 puntos contra el ganador, el frente Cambia Mendoza, dejó un proceso de análisis interno sobre las fortalezas y debilidades de un partido que vienen siendo golpeado en los últimos procesos electorales: es la cuarta elección consecutiva que pierde en Mendoza.
Uno de los datos que surge del resultado es que Unidad Ciudadana (que abarca a los espacios del kirchnerismo, el del ex vicegobernador Carlos Ciurca y Construyendo Mendoza, de Jorge Tanús) tendrá más legisladores que el peronismo orgánico, sobre todo por la victoria en la interna de Fernández Sagasti sobre Alejandro Bermejo, lo que implicó que los primeros puestos de las boletas fueran a parar a manos del espacio que lidera la candidata a gobernadora del peronismo.
Dentro de este reparto de fuerzas, quien se vio favorecido fue el propio Ciurca, porque pudo incluir a varias personas de su confianza en la Casa de las Leyes, como su esposa, Verónica Valverde; o Néstor Márquez, aliado político también de Guillermo Amstutz.
Lo mismo con los nuevos intendentes electos de Unidad Ciudadana: tanto Flor Destéfanis (Santa Rosa), como Fernando Ubieta (La Paz) responden al ex vicegobernador.
Ciurca ha tejido para el kirchnerismo y también para sí mismo. Y el tejido fue en detrimento del otro sector del PJ, el de los intendentes; un ejemplo de esa pérdida de terreno es que los históricos Patricia Fadel y Rubén Miranda (antaño aliado de Ciurca) quedaron fuera de la Legislatura.
En el kirchnerismo, por su parte, afirman que "los intendentes se distribuyen el poder con sus legisladores, pero Anabel tiene el poder unificado de Unidad Ciudadana", por lo que "sale empoderada" en estas elecciones.
En los concejos deliberantes, en tanto, Unidad Ciudadana también ganó territorio, al pasar de los 18 concejales que tenía hasta estas elecciones a 35 electos ahora.
Balance agridulce
Respecto al balance de los comicios, el peronismo perdió un legislador en cada cámara legislativa.
Una buena noticia para el PJ es que tendrá el control de 6 intendencias (San Rafael, Tunuyán, Lavalle, Maipú, Santa Rosa y La Paz). Si bien ganó dos departamentos donde gobernaba el radicalismo (Santa Rosa y La Paz), perdió San Martín, lo que significa que dejará en manos del radicalismo la comuna con mayor peso territorial del Este.
Entre las razones que marcan la derrota de Fernández Sagasti, el peronismo atribuye, por un lado, la aprobación que tiene la ciudadanía de la gestión de Alfredo Cornejo "de un 50%, que es un número alto".
En este sentido, el 50% restante se debía dividir entre tres fuerzas (PJ, Protectora y FIT), mientras que Cornejo, según el PJ, "tuvo la inteligencia política de reunir a todas las fuerzas de Cambia Mendoza detrás de (Rodolfo) Suárez", el gobernador electo.
Por otro lado, un punto también favorable al radicalismo era la fortaleza de los intendentes, ya que todos los jefes comunales de Cambia Mendoza jugaron en las provinciales, a diferencia del PJ, donde Fernández Sagasti solamente compitió junto a Maipú con Matías Stevanato (departamento en el que igualmente la candidata perdió).
"Anabel fue prácticamente en solitario y sin ningún intendente acompañándola en la lista", indicaron desde el PJ, y compararon esta situación con el 2015, cuando el ex candidato a gobernador Adolfo Bermejo fue con 14 intendentes en la boleta (quien también perdió y junto a él varios jefes comunales).
Esto pone dudas sobre si fue acertada la decisión que tomaron en solitario los intendentes PJ, quienes acorralados por Cornejo y su promulgación de la limitación de las reelecciones, decidieron desdoblar los comicios para preservar sus comunas.
No obstante, en el kirchnerismo destacaron que "se hizo lo que se pudo en un contexto complejo", y que "el poder que tiene hoy Anabel, no lo tenía a comienzos de año".
Datos curiosos de la elección
En el kirchnerismo creen que la interna de junio "era necesaria" para reposicionar las fuerzas, pero también aseguran que por haber sido tan cerrado el resultado, la campaña terminó desgastando a un partido que luego consiguió prácticamente los mismos votos que en las primarias y un magro resultado en San Rafael y Maipú.
En el departamento sureño, Fernández Sagasti ganó por 700 votos, pero tuvo -en comparación con las municipales- 14.000 votos menos que el intendente Emir Félix. En Maipú, la candidata del peronismo perdió frente a Suárez, mientras que el bermejista Matías Stevanato ganó la municipal: hubo mucho corte de boleta del electorado maupicino, que prefirió seguir con el PJ en el municipio y votar a Suárez en la provincia.
Hay quienes creen que los intendentes, luego de perder la interna con el candidato que apoyaban (Alejandro Bermejo), decidieron levantar el pie del acelerador y dejar sola a la senadora nacional en la elección provincial.
No obstante, en el kirchnerismo afirma que "creemos que hicieron todo lo necesario".
Desde el peronismo orgánico han expresado que intentarán posicionar también a sus figuras fuertes. Una de esas es Emir Félix, quien hizo una gran elección en su departamento, y que pese a que perdió en el cuarto distrito electoral, salió fortalecido al ingresar en la Legislatura a cuatro personas de su confianza: Mauricio Sat, Hilda Quiroga, Germán Gómez y Paola Calle.