Muchos perros viven en departamentos y son ellos especialmente los que necesitan ejercitarse, entre otras cosas, para no acumular rollitos. Por eso, el paseo es la clave: una caminata de 30 minutos, todos los días, beneficiará a la mascota y a su dueño.
Si el tiempo es escaso, se puede fraccionar la caminata en 3 o 4 veces. De paso, se aprovecha para hacer las necesidades fisiológicas (no olvidar llevar bolsita para juntarlas). Para los caninos de tamaño pequeño y de patas cortas, una vuelta manzana cuatro veces por día puede ser suficiente. Los más grandes deben caminar más distancias para lograr un buen ejercicio muscular.
Los perros que quedan todo el día solos en un departamento requieren una salida matutina temprana y otra apenas llega su dueño. Si se cuenta con un espacio abierto y seguro donde pueda correr, es recomendable llevar un juguete y estimularlo para que se mueva a voluntad.
Los grupos de paseo
Para quienes prefieren contratar a un paseador de perros, hay algunas cosas a tener en cuenta:
- Los grupos deben ser homogéneos en cuanto al tamaño. Por ejemplo, no es conveniente que labradores y perros muy activos de raza media o grande paseen en el mismo grupo con un salchicha. Es como si personas no deportistas corrieran junto a un maratonista.
- No deben mezclarse en los grupos perros mayores con perros muy jóvenes. Los mayores deben tener un paseo diario acorde a su edad y estado físico. Aún cuando padezcan de artrosis o dolores, es conveniente un ejercicio suave para evitar la atrofia muscular. Siempre conviene consultar al veterinario de cabecera.
- Asegurarse que el paseo no se limite a estar atado dos horas a un árbol.
- Cuando la perra se encuentra en celo, es recomendable que el paseo sea individual.
- El perro debe estar vacunado y ser desparasitado al menos tres veces al año. Además, hay que colocarle una pipeta antipulgas una vez al mes, ya que en grupos es mayor la exposición al contagio de parásitos externos e internos.
- En verano, los paseos deben ser un poco más cortos y hay que asegurarse que no queden atados al sol. Ofrecerles agua antes y después de la salida.
¡Cuidado con el ejercicio desmedido!
Con frecuencia se ve a personas andando en bicicleta y a sus perros corriendo al lado, con la lengua afuera y apenas siguiendo el ritmo de su dueño. Esto no es conveniente sin un chequeo veterinario previo y un entrenamiento progresivo, y está absolutamente prohibido cuando hace mucho calor.
Agility: un deporte entretenido
Para aquellos perros (y personas) muy activos o que necesitan descargar mucha energía existe un deporte, el “agility”. En Argentina se puede practicar en distintas escuelas con entrenadores especializados que enseñan al dueño y al perro a sortear obstáculos y a realizar pruebas de destreza.
