A nueve años de la misteriosa muerte de Norberto Díaz, el “malo” de las telenovelas

Ni Norberto Díaz, ni su hija Manuela, ni sus amigos que los acompañaban imaginaron cuando planearon pasar en fin de semana en una quinta que la tarde del sábado 18 de diciembre de 2010 iba a ser la última vez que lo verían con vida. 

Luego de almorzar, el actor decidió tomar una breve siesta. Horas más tardes, sus amigos decidieron ir a despertarlo porque ya había pasado mucho tiempo, pero al llegar se encontraron con el peor escenario: la muerte había encontrado a Díaz de manera silenciosa mientras él dormía a los 58 años.

Según cuenta Teleshow, el "malo" de las telenovelas arrastraba desde hace dos años varios problemas de salud relacionados a una hernia de la que había sido operado en el 2008, pero lejos de él estaba la idea de la muerte. Durante el todo el 2010 hizo teatro y para 2011 había planeado su regreso a la TV. Incluso, ya había grabado varias escenas para "El Elegido", la telenovela que protagonizó Pablo Echarri para Telefe.

Durante toda su carrera demostró ser todo un actor de raza, dedicado a la profesión y alejado de los escándalos que a veces acompañan a la fama. El teatro fue una de sus grandes pasiones, en cine participó de diez producciones nacionales, pero lo que lo catapultó al estrellato fue capacidad para convertirse en uno de los villanos más recordados de la televisión. 

Quizás su éxito radicó en su fachada de "buen tipo", con aspecto amable, baja estatura, un cuerpo que estaba lejos de ser fornido y un tono de voz suave. Pero cuando se proponía ser "el malvado", su rostro se transformaba y con su mirada podía lograr quebrar la integridad de los más nobles rivales.

Tan bien hacía su trabajo que en más de una oportunidad se ligó el insulto de algún fanático que había llegado a confundir la realidad con la ficción. 

Pero su calidad lo llevó a brillar en otro tipo de roles también. Uno de sus papeles más recordados fue en "Hombres de ley", un ciclo que salió al aire entre 1986 y 1989, donde interpretaba a un hombre bueno y querible. La ficción protagonizada además por Federico Luppi y Rubén Stella marcó una época y hasta el día de hoy es recordada como una de las que mejor supo retratar los escarnios de la vida en Tribunales y el trabajo de los abogados.

De su vida personal poco se sabía, él cuidaba su intimidad como nadie. En la década del 80 se casó con la actriz Alejandra Abreu y en 1986 nació su hija Manuela, quien también se dedicaría a la actuación.

Su llegada a la actuación fue casi por casualidad. A los 18 años, luego de terminar el colegio, decidió iniciar la carrera de Psicología. Pero se enamoró de una joven que lo llevó por el camino de las tablas. Tomó clases con Lito Cruz y Augusto Fernández y de 1976 a 1980 hizo sus primeras obras de teatro con la dirección de Agustín Alezzo.

Su debut en TV fue en "División homicidios", y la primera telenovela donde participó fue "Trampa para un soñador". La larga lista de éxitos de los que participó incluye novelas como "Nano", "Muñeca Brava", "Yago", "Perla Negra", "Ricos y Famosos", entre otros.

Pero no todas las épocas fueron buenas para él, en la década del 90 tuvo varios periodos sin trabajo y las escasas propuestas le hicieron pasar malos momentos.  "En Argentina ser médico o actor es una desgracia", había dicho en 1992 cuando, después de haber protagonizado "Hombres de ley", no podía encontrar trabajo.

"Fue un buen actor importante de elenco. Era contrafigura, un utilitario que cumplía distintos roles en la actuación", remarcó en diálogo el mencionado medio el periodista Guillermo Blanc.

Norberto Díaz será recordado eternamente por sus grandes actuaciones. Hoy se cumplen nueve años, desde que en el cielo del espectáculo nacional se apagó una de las estrellas más brillantes.