Marcelo Gallardo, en la conferencia de prensa desarrollada ayer se refirió a la venta de Exequiel Palacios y no escondió su malestar por la decisión de los dirigentes de River.
“No terminamos el año y ya tenemos a un jugador prácticamente vendido. No sé cuál es el apuro, ya tengo un jugador pensando que se va a ir. Podían haber esperado un poco más. Podíamos, pero esas cosas no las manejo. Tengo un jugador que va a estar en la nómina, porque es jugador de mucho valor, pero con la cabeza en que se va a ir”, manifestó el Muñeco.
Con respecto a su futuro, el técnico dejó claro que no está en su presente tomar una decisión sobre su futuro en el club: “No vine hacer ningún anuncio. Es una de las habituales conferencias previas a los partidos, no cambia nada. Estamos a pocas horas de arrancar de nuevo la competencia de la Superliga, no tengo nada para anunciar”, agregó y dejó en claro que “me iré cuando me tenga que ir”, aseguró.
Al margen de esta cuestión, Gallardo se enfocó en los objetivos inmediatos y no quiere pensar más allá. “El hincha va a pensar en el partido con Newell’s, después en San Lorenzo, luego en festejar el 9 una conquista histórica, en la final de la Copa Argentina, eso es lo que debe saber el hincha y no qué va a pasar el año que viene, ya va a haber tiempo”, expresó.
Se refirió, también, a la reciente derrota en la final de la Copa Libertadores. Y dijo: “Cuando vienen de grandes victorias, estas derrotas también humanizan. No hay nada que reprochar a este plantel que volvió a ser competitivo de un año que quedamos extasiados por lo pasó. Era difícil repetir, y haber llegado a tres finales es mucho, y hay que valorarlo, más allá de la derrota con Flamengo, que va a ser rápida de sanar. Duele, claro, pero si pensamos en la final que ganamos el año pasado, duele menos y hará que sane más rápido”.
En tanto, Gallardo contó qué está haciendo para levantar a sus futbolistas: “Quiero acompañar a mis jugadores a que pase esa herida y a intentar volver a ser el equipo que somos. Un equipo campeón, con valores tanto en la victoria como en la derrota. Y cuando hay una estructura sólida, se asimila bien. Hay que seguir y tratar de tomar estos partidos que quedan con la mejor predisposición posible”. Uno de esos encuentros es la final de la Copa Argentina, el último partido que River jugará en el año. “Ganarla sería muy reconfortante”, admitió el Muñeco.