Hoy la 41° edición de la Vuelta de Mendoza, de la mano de la etapa “Reina”, puede definir su destino y proclamar (virtualmente a su nuevo campeón). El ascenso al Cristo Redentor tendrá además un doble homenaje: recordará la Gesta Libertadora, en el corazón de la cordillera, y por otra parte también los 50 años del otro Cruce, aquel de 1967.
El ascenso a la montaña, el penúltimo tramo de nuestra Giro, pondrá en juego la resistencia y la capacidad para soportar el dolor de los “valientes ciclistas”. Este recorrido, cuyo últimos nueve kilómetros volvieron a transitarse en 2012, le dará un marco inigualable a la carrera y, al ganador de la general, el protagonismo en un héroe épico.
Hoy será el día de los escaladores, aquellos especialistas que se encuentran mejor adaptados para soportar y dosificar el dolor y el esfuerzo en una pendiente; ellos pueden mantener una velocidad constante durante todo el trayecto, y aún así, pueden ser capaces de atacar (con una aceleración repentina) que relegue y fatiga a sus seguidores.
El bolivarense Juan Pablo Dotti (SEP de San Juan), último ganador en esta etapa, llegará como favorito a la victoria. El defensor de la malla líder (acompañado por sus escuderos) tendrá en este recorrido que soportar la rebelión de los Municipales de Guaymallén, del sorprendente “Lobito” Gabriel Brizuela y el costarricense Román Villalobos (ganador en el Cristo en 2013).
También de la formación de Godoy Cruz /Jam Rod con el chileno Marco Arriagada y el colombiano Marlon Pérez; también del sanjuanino Daniel Zamora y el mendocino Alejandro Durán (Shania) y del sanrafaelino Rubén Rojas (Maderera López), entre otros.
Hoy será el día en el que los escaladores tendrán un rol protagónico, cuando la inmensidad de la eterna mole de piedra exija lo mejor de cada pedalista. Aquello que justificará la “Corona” de campeón.