En 2013 recibió un premio por integrar un equipo que investigó el modo en que se podía mejorar el diagnóstico de esclerosis múltiple. El mes pasado, fue premiado no una sino dos veces durante el Congreso Argentino de Neurología, por un trabajo sobre miastenia gravis y por otro sobre las escalas para valorar a los pacientes con esclerosis múltiple.
David Genco es, además, el primer neurólogo mendocino con una subespecialidad en enfermedades neuromusculares. Su trayectoria suma un elemento adicional: tiene 32 años.
El jueves se había tomado la tarde libre porque -confesó- necesitaba descansar, ya que trabaja 12 horas por día en seis sitios diferentes (Fundación Cerebro y Mente, Neuromed, Clínica Francesa, Sanatorio Maipú, Centro Médico Rivadavia y Clínica Santa Rosa). Había planeado irse a Villavicencio a tomar unos mates, pero suspendió el plan para poder reunirse con Los Andes.
Agradecido por la entrevista, reconoce que se ha dedicado más a la investigación pero dice que los pacientes son lo más importante. Y en su caso esto no suena a frase hecha.
La medicina entre los Genco es un asunto familiar: su padre es psiquiatra; su madre, farmacéutica; y su hermano y un primo, médicos. David comenta que eligió Neurología en parte porque tiene una cierta afinidad con la Psiquiatría.
Pero agrega que, cuando estaba estudiando, lo motivó ver la película “Despertares”. En ella, Robin Williams interpreta a un médico con una sensibilidad especial que logra, probando una medicación, que los pacientes salgan del estado catatónico. Y esto, subraya, lo observó en sus prácticas.
Luego de terminar la residencia en Neurología -fue el primer mendocino en completarla en la provincia, ya que antes de 2009 tenían que ir a otra parte del país-, se dedicó a la investigación.
Junto con sus colegas Mercedes Caspi y Sebastián Ianardi analizaron una inflamación específica en el cerebro que permite llegar a un diagnóstico temprano y más preciso de la esclerosis múltiple. Con este estudio obtuvieron en 2013 el premio al mejor trabajo del interior del país en el Congreso Argentino de Neurología.
Gracias a ese reconocimiento y al apoyo del doctor Daniel Zuin (ex presidente de la Sociedad Neurológica Argentina), se le abrieron las puertas de la sección de enfermedades neuromusculares en el Hospital Italiano de Buenos Aires. Genco destaca que si bien tenía algo de temor por ser del interior, se encontró con dos profesionales destacados, Marcelo Rugieron y Mariela Bettini, quienes de inmediato lo hicieron sentir parte del equipo.
Mientras trabajaba en este centro referente nacional, empezó a atender pacientes con miastenia gravis, una enfermedad neuromuscular asociada a patologías autoinmunes que puede presentarse en la niñez y adolescencia, en adultos y ancianos. De acuerdo a la edad -resalta- presenta síntomas y características diferenciadas, y determinarlos es fundamental para llegar a un diagnóstico lo antes posible.
David se dedicó a describir el inicio intermedio de la enfermedad, entre los 40 y 60 años (que hasta ahora no había sido estudiado), y el inicio tardío -a partir de los 65 años- en un estudio que tomó a 200 pacientes, con lo que alcanzó el sexto puesto en el mundo por la cantidad de casos.
El trabajo permitió establecer que entre los 40 y los 60 años la enfermedad se manifiesta con visión doble, caída de párpados y una afectación del timo, y que lo mismo ocurre a partir de los 65, pero con un tumor en esta glándula.
Los pacientes también presentan debilidad y fatiga significativas. Pero además, a edad avanzada no desarrollan, como ocurre en los niños y los adolescentes, crisis respiratorias (que pueden desencadenar en la muerte). En los adultos mayores suele avanzar sólo hasta las molestias oculares e incluso a veces presentan una remisión de los síntomas, con lo que el pronóstico es muy diferente.
Este trabajo le valió el premio Vocación 2015, que se entrega a investigadores de menos de 35 años, que recibió en el marco del Congreso Argentino de Neurología desarrollado en Mar del Plata el mes pasado. Pero en el mismo acto, recibió una distinción de Alcem (Asociación de Lucha Contra la Esclerosis Múltiple), por otra investigación sobre esta enfermedad.
El joven neurólogo mendocino detalla que con su colega Mercedes Campi (de la Fuesmen) desarrolló un trabajo sobre la calidad de vida de los pacientes con esclerosis múltiple. Es que la escala utilizada internacionalmente para valorar el estado de salud toma sólo parámetros del examen físico, pero no se le pregunta a la persona cómo se ha visto afectada su rutina diaria.
Genco resalta que la patología limita a los afectados y que esto también es importante tenerlo en cuenta para medir su evolución cuando comienzan el tratamiento. Así, propusieron adicionar el uso de otra escala, que mide este impacto en las actividades cotidianas.
Hay más neurólogos en Mendoza
David Genco resalta que en los últimos cinco años se ha duplicado la cantidad de neurólogos en la provincia (actualmente superan los 35). Esto es gracias a que hasta 2009 no existía la residencia en Mendoza, mientras ahora está en los hospitales Central, Lagomaggiore y Del Carmen, donde hay profesionales de esta especialidad durante las 24 horas. En el Central, además, funciona el programa provincial.
Antes -agrega David- el paciente neurológico era olvidado o llegaba a un diagnóstico certero cuando la enfermedad ya estaba muy avanzada. Esto, pese a que en la mayoría de los casos si la patología se detecta a tiempo y se recurre a un tratamiento interdisciplinario, se logra una muy buena calidad de vida. En el caso del ACV -destacó- cuando se detecta en las primeras tres horas, la reversión de los síntomas puede ser total.
En 2018 -comenta entusiasmado- Mendoza será sede mundial del Congreso de Enfermedades Neuromusculares, lo que permitirá a los profesionales mendocinos aprender de destacados investigadores de distintas partes del mundo.