El Velódromo Provincial era una hervidero de piernas. En todo su esplendor sobre la pista. Con el relampagueo de las cadenas como música de fondo, albergó al pelotón de hombres que disputó la persecución por equipos.
Los móviles de asistencia de los equipos Continentales (como el Mercedes Benz del elenco paraguayo Vivo Team) aportaban una dosis extra de color a lo que ocurrió a centímetros de la costa azul.
Desde la arenga del SEP de San Juan, José Díaz, dio una charla motivadora a sus dirigidos y el público -apoyado en la baranda- no pudo dejar de escuchar lo que le decían a los hombres que acompañan al campeón defensor Juan Pablo Dotti.
“Vamos a ser malla líder desde ahora y hasta el final de la Vuelta”, finalizó su elocución.
Los rodillos y los calentamientos asaltaron a los memoriosos con el último Campeonato argentino pista (2008). La Vuelta de Mendoza le hizo justicia a nuestro óvalo, al escenario de la velocidad pura.