Con un mecanismo similar al del airbag de cualquier vehículo, desarrolladores europeos crearon un brazalete de seguridad que, en cuestión de segundos, activa un flotador de emergencia e impide que quien lo use se ahogue.
El flamante dispositivo se llama Kingii y tiene la ventaja de no ser "invasivo" ya que es una pulsera liviana que el usuario puede llevar en la muñeca y sólo deberá activar cuando lo necesita.
¿Cómo funciona? Según detalló el sitio español Microno, el mecanismo que activa el sistema de salvataje está basado en el uso de cápsulas de dióxido de carbono. Al tirar de una palanca instalada en el brazalete, automáticamente una bolsa sale del interior, lleva a la persona a la superficie y la mantenie a flote.
De acuerdo a la publicación especializada en tecnología, Kingii puede usarse tanto en niños como en adultos ya que, a pesar de tener un peso inferior a los 140 gramos, la bolsa inflada soporta a personas de hasta 124 kilogramos. Incluye también un silbato y una brújula.
Pero a diferencia de un airbag, el brazalete es reutilizable: una vez a salvo, la bolsa flotante puede volver a meterse en su compartimento y cambiar la cápsula de CO2.
Por el momento el dispositivo sólo se vende en Europa. Pero con el correr de los meses, quizás llegue a estas latitudes y podamos utilizarlo en verano.