Una de las actividades que estuvo exceptuada desde el primer día de aislamiento social, preventivo y obligatorio en el país fue la de los delivery o cadetes que hacen envíos a domicilio, específicamente para locales de comida o negocios detallados. Desde el 20 de marzo, estos trabajadores, con sus motos y bicicletas se convirtieron en protagonistas de paisajes solitarios. Los ruidos de los motores de las motos o del viento golpeado en los rayos de las ruedas de sus bicicletas fueron lo único que perturbaba el silencio de las calles mendocinas.
Además de los jóvenes -y no tanto- contratados por los diferentes locales de forma particular, aquellos que trabajan conectados con aplicaciones como PedidosYa, Uber Eats o Glovo (por mencionar algunas) se han convertido en "los dueños de la calle". Esto no quita que hayan dejado de estar expuestos a los riesgos, ni tampoco a sus muchas veces precarizadas condiciones laborales . "Hace una semana chocaron tres cadetes en pocos días. Es que muchos andamos más relajados, confiados en que no hay autos. Y es peligroso", sintetizó uno de los jóvenes a Los Andes.
"En el último mes se sumaron a la plataforma restaurants que no hacían delivery. Y muchos están adaptando sus menús de manera creativa. Por ejemplo, ofreciendo productos frescos sin cocción, vegetales para cocinar en casa y combos con variedades de almuerzos y cenas", resumieron desde Uber Eats, aunque optaron por no ahondar en cifras concretas.
Duplicado
T. (prefiere no dar su nombre) tiene 29 años y en 2019 empezó a trabajar con su moto asociado a PedidosYa. Extraoficialmente se calcula que hay más de 900 personas trabajado con esa plataforma en Mendoza. "Desde que empezó la cuarentena, hemos tenido casi el doble de laburo. Antes en un turno de 8 horas podíamos llegar a completar 20 pedidos, hoy hace hasta 35", resumió el joven.
Esto también se ve reflejado en los ingresos, ya que en un mes normal y antes de la cuarentena podían llegar a ganar hasta $28.000, mientras que en los últimos 30 días algunos llegaron a ganar $40.000 pesos, según aseguraron.
Contra lo que pudiera pensarse, la gastronomía no es el único rubro más demandado. "La gente está pidiendo mucho alcohol y también cigarrillos. Tenemos una autorización para hacer entrega de alcohol hasta las 18.30 en Mendoza, y la gente está pidiendo mucho. También nos encargan las compras del mes en el supermercado. Y de 10 pedidos que se hacen en horario de día, cinco son de helado", resume el cadete.
En enotecas y comercios de venta de alcohol también se ha evidenciado el aumento de pedidos y muchas de ellas apuntaron sus cañones a la entrega a domicilio.
"Trabajo en mi propia vinoteca y hago distribución de vinos para otra empresa. Este mes ha sido increíble la cantidad de pedidos. Por ejemplo, yo en un negocio antes dejaba una caja y se vendía en dos semanas. Ahora en tres días se venden todos los vinos, con envío a domicilio", destacó Sebastián Pereyra, de la Vinoteca Mendoza.
En cuanto a clientes particulares, destacó que cuando comenzó el aislamiento tenía 10 clientes, mientras que la semana pasada llegó a repartir a 30 personas.
Con seguro de vida y sin ART
Dentro de estas plataformas, hay dos tipos de trabajadores: raiders (empleados directos de las empresas) y cadetes (monotributistas que trabajan a medio tiempo y deciden cuándo conectarse o desconectarse). Para asociarse y trabajar con ellas, se exige a los cadetes que tengan un seguro de vida por el que abonan cerca de $25 por día.
"Trabajar para la aplicación es un 'golazo'. Desde que comenzó la cuarentena, se ha duplicado la demanda de la gente y hay más pedidos. Yo 'le estoy metiendo' entre 10 y 12 horas al día, y lo que más éxito está teniendo es el envío de encomiendas o retiro, todo a domicilio", sintetizó A. (31), quien trabaja asociado a estas plataformas junto a su moto.
"Pero tiene su parte mala. Si tenemos un accidente, tenemos el seguro que pagamos nosotros, pero no hay ART", acotó.
Incluso, destacaron que en el último mes han solicitado que se los equipe con elementos de seguridad y protección, además de insumos para la desinfección. Pero sin tener demasiado éxito.
Más gente en la calle
Tanto los delivery que trabajan con las principales plataformas como quienes lo hacen por su cuenta coinciden en algo: durante los últimos días comenzó a verse más gente en la calle.
"Llama la atención, porque el aislamiento se mantiene. Pero se ve más gente, sobre todo al mediodía. Y eso ha repercutido en un descenso de demanda de pedidos", agregó el repartidor identificado como T.
Medidas de distanciamiento y promociones
Desde Uber Eats destacaron que en el contexto de pademia de Covid-19 han reforzado las medidas, asistencia y asesoramiento para sus asociados.Una de las medidas adoptadas es la opción de "dejar en la puerta" el pedido, exclusivamente para quienes hacen el pago de la compra con tarjeta de crédito. De esta manera, se evita el contacto entre las personas, siguiendo la principal recomendación preventiva.
Además, lanzaron códigos promocionales para impulsar a pequeños y medianos restaurantes y casas de comida independientes, que representan el 60% de los asociados a la plataforma.
