Después de mucho tiempo analizando su futuro, Juan Martín Del Potro siente que ahora puede disfrutar y ya se muestra "entusiasmado con volver pronto". Después de pasar varias semanas en Tandil, donde se reencontró con su entrenador de la infancia, Marcelo “Negro” Gómez, el tenista contó que ahora su competencia más complicada “es ganarle a la mano”. “Si lo logro, será como obtener un torneo importante”, afirmó el tandilense.
Del Potro se lamentó por su último regreso al circuito. "Me apresuré y me presioné. Fue un mal combo para jugar en Miami, un torneo que me gusta mucho. No estaba en condiciones de arrancar ahí. Interiormente, sabía que la mano no estaba bien y que debería ver nuevamente al médico. No tenía la certeza de que tendría que volver a operarme, pero sabía que pasaría un tiempo prolongado fuera de las canchas.
En ese momento decidí salir a jugar pensando que de esa forma se me podrían ir algunos miedos. Pero ese torneo lo terminé muy mal, de la mano y anímicamente", consideró. Agregó: “Ya estoy entusiasmado con volver pronto y espero que no me falte tanto”.
Recientemente separado de su entrenador Franco Davín, Delpo explicó que no se apura en encontrar a un remplazante para ese puesto. “Sé cómo tengo que entrenarme y cómo cuidarme, como también en qué momento estoy. Tengo algunos nombres en vista, pero sin apuro.
Lo más importante es que pueda volver a las canchas. Una vez que juegue un par de torneos todo va a volver a la normalidad, volveré a pensar en planificar torneos y no en ir al kinesiólogo y en la rehabilitación. Estoy esperando ese momento para decidir bien y no equivocarme en la elección, eligiendo un entrenador con futuro y un proyecto a largo plazo”, precisó.
Durante su estadía en Tandil, Del Potro se reencontró con el Negro Gómez, quien era su entrenador cuando era chico. Aunque se mostró agradecido, rápidamente, el ex número 4 del mundo aclaró que es algo transitorio: “Se dio esta opción de que me ayude unos días y para mí es como volver a mi niñez. Con él di mis primeros pasos, le agradezco que a lo largo de mi carrera siempre estuvo pendiente de mí, aprendiendo a la par mía. Mientras yo esté en Tandil, y él pueda, vamos a trabajar juntos. Pero es más que nada una transición hasta que yo vuelva al circuito y defina mi equipo para la próxima temporada”.
El tandilense aprovechó este tiempo en Tandil para alejar fantasmas: "El tiempo que pasé acá me ayudó a limpiar mi cabeza de los malos pensamientos y del temor a no poder volver a agarrar una raqueta. Además, tomé el coraje de operarme la mano por tercera vez. Después de eso todo era positivo”, confesó en una improvisada conferencia de prensa.
“Empecé hace unos dos meses, y hace uno que estoy haciendo tenis. De a poco voy pegando el revés, va todo de acuerdo con lo que el médico dice. Físicamente, estoy en buen estado, cuidándome y a la espera de que la mano me dé la señal de que puedo pegarle fuerte con el revés", concluyó el tandilense. Sobre tiempo, prefirió no hablar. Será finalmente ella, su mano, la que defina cuándo se lo podrá ver nuevamente dentro de un court.