Un imperio de 34 bodegas, 41 plantas de fraccionamiento de vino, 112 galpones, 827 viviendas rurales, 488 tractores, 256 camiones, 437 vagones de ferrocarril montado en apenas 3 años.
Un Banco que captó casi 5% del total de depósitos nacionales y los utilizó prácticamente en su totalidad para financiar empresas ligadas al mismo grupo económico.
Un jugador que concentró el 45% de la producción nacional de vinos, y estuvo a meses de finalizar la compra de su principal competidor.
Una institución financiera que, ante una corrida bancaria, recibe un salvataje equivalente al 10% del producto bruto de Mendoza.
Un Grupo que es intervenido por decisión directa del presidente de facto Jorge Rafael Videla y el Ministro de Economía Martínez de Hoz.
Quinientos millones de dólares que repentinamente dejaron de circular por la economía regional y quince mil trabajadores que de la noche a la mañana quedaron en el limbo.
El Gobernador Llaver tuvo que ir a la Legislatura a dar explicaciones porque comenzaba a gestarse un acuerdo con el Grupo. Alfonsín y Menen emitieron Decreto tras Decreto para poner fin a un conflicto que duraría más de dos décadas.
El informe que está disponible en PDF sintetiza el insólito ascenso del Grupo Greco y su estrepitosa caída que marcó un hito poco conocido en la historia económica de Mendoza.