Brad Pitt volvió a la pantalla grande de la mano de Quentin Tarantino en "Había una vez en Hollywood" y más allá de realizar una interesante partición de un doble de riesgo del papel de Leonardo DiCaprio, deja a todos atónitos con su físico.
El actor es una bomba sexual de Hollywood y con 55 años demuestra que lo seguirá siendo por mucho tiempo más. En una escena del film, Brad está sobre el techo de una casa, sin camisa y con guantes de trabajo; la cámara lo toma en primer plano y así despierta los ratones de los espectadores.
Lo cierto es que en Internet se viralizó la captrura de ese momento en comparativa con otra, de hace 30 años atrás, en la que el actor tiene el mismo torso. A él, el paso de los años no le hacen nada.