El sábado se cumplen 5 años de la madrugada en que encontraron sin vida al fiscal Alberto Nisman en su departamento de las torres Le Parc (Puerto Madero). Y mientras las versiones de homicidio o suicidio siguen sumando pruebas, defensores y detractores; lo cierto es que la Justicia determinó que cualquier persona podía ingresar al complejo sin ser visto por las cámaras de seguridad. Y, entre otras pruebas, esta es la base para que la Fiscalía que interviene mantenga la hipótesis del asesinato.
Según publicó Clarín, desde el momento del macabro hallazgo se efectuaron estudios de todas las cámaras del edificio y detectaron puntos ciegos y zonas donde se podía ingresar sin dejar rastros. A estos resultados contundentes se suman, además, los testimonios de 400 vecinos que hicieron mención a fallas en los controles del complejo.
Con el correr de la investigación, la Justicia determinó que su muerte se trató de un homicidio, por lo que descartó la hipótesis inicial del suicidio. La fiscalía a cargo de Eduardo Taiano tomó declaración además a más de 400 vecinos del lugar, y de esas testimoniales se desprende que el sistema de seguridad del lugar era "falible". Estos aportes, sumados a la renderización del lugar y que permitieron destacar puntos ciegos fueron fundamentales para confirmar justamente que era posible ingresar al lugar sin ser captado por las cámaras de seguridad.
La renderización consiste en una representación gráfica, hecha a través de un sistema informático que produce una imagen fotorrealista con formato 3D. El primer análisis se hizo sobre los más de 92.000 metros cuadrados del predio del complejo Le Parc; y en esta reconstrucción se ubicaron todas las cámaras de seguridad de los espacios comunes y del complejo en general, y se simularon recorridos que pasaban por todos los ángulos de aquellas cámaras. Aquí fue donde se evidenciaron los mencionados "espacios ciegos".
Según explicaron fuentes judiciales al diario nacional, esta conclusión resulta relevante porque permite corroborar que el ingreso, circulación y egreso del complejo donde vivía el fiscal no era meticulosamente controlado; así como también que los registros existentes al respecto, son "incompletos y en algunos casos, mal confeccionados".
"Hay muchos espacios por donde se podría permanecer en el lugar sin ser vistos", concluyeron.
Homicidio
El juez Julián Ercolini dio por corroborado que se trató de una muerte violenta, aunque sin poder aún especificar quién o quiénes fueron los autores. La única persona procesada como partícipe necesario es Diego Lagomarsino, mientras que hay cuatro ex custodios de Nisman que se encuentran acusados de incumplimiento de los deberes de funcionarios públicos (por no garantizar la seguridad del ex titular de la UFI - AMIA). Incluso, dos de ellos están señalados además como encubridores del homicidio.
En una segunda etapa de la investigación, se realizó una nueva renderización, esta vez torre por torre. Son tres las que conforman el complejo: Del Río, Del Parque y Del Boulevard (en esta última vivía Nisman). Cada una de ellas tiene 42 pisos, con departamentos de 80 a 135 metros cuadrados, semipisos en la parte superior de 185 metros cuadrados y los últimos pisos con dúplex de 320 metros cuadrados. Al igual que en el primer análisis, la verificación de las cámaras, su ubicación y su área de cobertura demostraron que también puede haber movimientos que no quedan registrados.
Los más de 400 vecinos más que aportaron sus testimonios a la Justicia se refirieron a múltiples y recurrentes problemas de seguridad del lugar, como por ejemplo la rotura de cámaras. Y es que sólo 40 estaban en pleno funcionamiento, aunque 24 de ellas estaban inactivas al momento de la muerte del fiscal.
De acuerdo a la cronología de Clarín, fueron los testimonios de los propios vecinos los que pusieron sobre relieve que "Le Parc no era infranqueable como se buscó instalar desde un comienzo".
"No se sabe cómo entraron y salieron los homicidas, lo que sí se sabe es que perfectamente pudieron haber ingresado sin ser vistos", agregó una fuente de la investigación.
"La muerte del fiscal Nisman no obedeció a un suicidio y habría sido producida por terceras personas y en forma dolosa", ratificó la fiscalía el argumento del juez Ercolini, y fue confirmada por la la Sala II de la Cámara Federal porteña hace un año.
Los vecinos ratificaron fallas de seguridad y robos
Los más de 400 vecinos que fueron citados a declarar a lo largo de la instrucción viven en los 462 departamentos que tiene el complejo Le Parc. A un ritmo de 8 audiencias por día, fueron tres meses los que tomaron las citaciones. Aquí expusieron las dificultades en el sistema de seguridad ya mencionadas.
A las fallas en las cámaras y los "puntos ciegos", se suman otras falencias detectadas en el sistema de seguridad. Y es que según se desprende de la investigación, figuraban en los registros cuando las personas ingresaban a Le Parc, pero no cuándo se retiraban. Incluso, en algunos casos se dejaba constancia en los libros datos generales sobre los ingresos, por horario y sin mayores especificaciones.
Algunos vecinos relataron también robos violentos que sufrieron en el interior de las torres y que no fueron detectados por los guardias de seguridad. Por ejemplo, un vecino contó que los ladrones se subieron a su vehículo en una estación de servicio y que ingresaron con él a Le Parc. Lo acompañaron hasta su departamento y allí lo asaltaron, retirándose después del lugar sin ninguna dificultad.
Hubo también otros testimonios que se situaron en el día posterior a que fuera hallado el cuerpo de Nisman en el baño de su departamento. En la misma torre Boulevard, vecinos del ex fiscal contaron que no tuvieron ninguna restricción para circular por el mismo piso, pese a que se estaba desarrollando todo el trabajo pericial.
El ascensor principal fue otro de los focos de quejas de los vecinos. Destacaron recurrentemente que no funcionaba la clave que permitía su utilización y debería haber garantizado parte de la seguridad del lugar. "Entonces, se llamaba a personal del lugar y se daba una clave general que ellos manejaban", expresaron.
El ascensor de servicio no contaba con clave, pero sí con cámara de seguridad y que es la que logró registrar los movimiento de Diego Lagomarsino aquel enero de 2015.
23.000 rostros bajo análisis
A cinco años del hallazgo, existe otra medida en curso. Cuadro por cuadro, rostro por rostro; la fiscalía analiza 23.000 imágenes ya procesadas y registradas por las cámaras del ingreso del edificio. Con una mala calidad cuando se trata de horarios nocturnos y mayor nitidez durante el día; se hizo un registro de todas las personas que esas cámaras captaron en el ingreso a Le Parc desde el 16 al 18 de enero de 2015 dentro del rango horario en el que se habría producido, según la investigación, el homicidio de Nisman.
La fiscalía logró acceder a la compulsa y descarga de las imágenes de las cámaras de seguridad. En base a ello, se realizó un análisis completo sobre las cámaras de seguridad del complejo y con la asistencia del Departamento Técnico Operativo de la Superintendencia Federal de Tecnologías de la Información y Comunicaciones de la Policía Federal Argentina.
En diciembre de 2019, la Fiscalía que instruye la causa recibió el estudio de la actividad captada por las cámaras -movimiento de personas y de vehículos, entre otras cosas-. "Se están analizando más de 23.000 fotografías capturadas; ello a fin de poder, una vez concluida esta tarea, establecer con exactitud la identidad de la totalidad de las personas que ingresaron al Complejo el fin de semana en que falleció el doctor Nisman", detallaron a Clarín desde la investigación.
También se están siendo analizados a los vehículos que ingresaron y egresaron del edificio ubicado en Puerto Madero. Cada imagen, cada rostro, cada vehículo, busca dar con el responsable de lo sucedido aquella madrugada", agregaron.