El 18 de enero de 2015 no fue un día más en Argentina. La sorpresiva muerte del fiscal de la Nación Alberto Nisman conmovió a la sociedad después de que se lo encontrara con un disparo en la cabeza, tirado en el baño de su departamento, horas antes de presentar ante el Congreso un informe contra la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner por un supuesto pacto del Gobierno con Irán en el marco de la causa AMIA.
Desde Israel, la mamá de Alberto Nisman, Sara Garfunkel, aseguró que a su hijo "lo mataron".
"Para mí fueron años de mucho dolor, cada día que pasa se me hace más difícil, más ahora que al principio", confió a la Agencia Judía de Noticias (AJN).
Y añadió: "Estoy cayendo ahora. A pesar de que ya pasaron cuatro años, ahora me resulta más difícil porque al principio no pude reaccionar. Alberto fue muy valiente y por eso le pasó lo que le pasó. Lo mataron y no me importa lo que digan los demás".
Cinco días antes, precisamente el 13 de enero de 2018, Nisman denunció a la presidenta Cristina Fernández de elaborar un "pacto con Irán para dotar de impunidad a los imputados de nacionalidad iraní", años después del atentado a la sede mutual judía.
Cómo está la causa
El caso sigue sin resolverse. El único acusado directo fue su colaborador informático Diego Lagomarsino, quien confesó haberle prestado al fiscal el arma de fuego que terminaría con su vida. Así y todo, luego de diferentes instancias en la investigación, Lagomarsino mantuvo su libertad aunque sigue involucrado al proceso judicial.
En medio de desmentidas por la grave acusación, tanto de Cristina Fernández como de todo su núcleo político, la Cámara Federal de Casación Penal ordenó continuar con la investigación por encubrimiento y traición a la patria. Fue en diciembre de 2016.
El juez Rafecas, quien desestimó la denuncia, fue desvinculado y en su lugar tomó el caso un juez al que Nisman había denunciado anteriormente por encubrir el atentado a la AMIA y por, supuestamente, amenazar de muerte a sus hijas: Claudio Bonadío.
Fue en 2017, precisamente en septiembre, que peritos de Gendarmería determinaron que Alberto Nisman no se habría suicidado sino que habría sido asesinado, pericia que fue avalada por Bonadío.
Ante un recurso interpuesto por Sara Garfunkel, la mamá de Nisman, la Cámara Criminal y Correccional Federal confirmó el procesamiento de los cuatro policías de la Federal que debían cuidar la integridad del fiscal aquel 18 de enero de 2015.
A cuatro años hay más dudas que certezas. Muchos aseguran que se trató de un homicidio. Otros dicen que fue suicidio. La justicia, con sus tiempos, echará luz algún día ante tanta oscuridad.