El 1 de abril de 1985 llegó a las disquerías “Divididos por la felicidad”, el álbum y debut oficial de Sumo que propició un cambio de rumbo en el rock nacional. La obra, que paseaba por la new wave, el reggae y el ska, entre otros géneros, contenía clásicos como “La rubia tarada”, “El reggae de paz y amor”, “Mejor no hablar de ciertas cosas”, “DBD” y “Kaya”, entre otras canciones.
Los liderados por Luca Prodan presentaban al público argentino un panorama conocido hasta el momento sólo por un reducido grupo de personas que tenía información sobre lo que se escuchaba en los centros musicales a nivel mundial.
Ya el título del disco hacía alusión a Joy Division, una de las bandas más importantes de la escena de Manchester de finales de los ‘70, y fuente de inspiración de la formación también constituida por Germán Daffunchio y Ricardo Mollo (guitarras), Alberto Troglio (batería), Roberto Pettinato (saxo) y Diego Arnedo (bajo).
"Divididos por la felicidad" es un trabajo rupturista. Salió el mismo año que "Gulp", el debut de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota, e impactó de inmediato. Sumo sonaba como ningún otro grupo había sonado hasta entonces en el rock argentino. Fue la banda que transformó al under en la música oficial de la primavera democrática.
Escuchá el podcast "Manso disco", conducido por Néstor Sampirisi:
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