Un día antes de cumplirse dos años y medio de la tragedia de Once, en el Sarmiento comenzaron a correr ayer seis de los nuevos trenes fabricados en China.
Son los primeros con los que empezará a renovarse una flota que tiene un material rodante de más de 50 años de antigüedad y es usada por unos 300 mil pasajeros todos los días.
En el debut, entre los pasajeros dominó el asombro por las formaciones cero kilómetro, con las que, en algunos momentos de la jornada, se logró achicar la frecuencia entre los trenes, aunque los tiempos fueron inestables durante casi todo el día y hasta hubo algunos problemas técnicos.
Desde ayer, el Sarmiento presta servicio con 11 trenes viejos y 6 nuevos. Además, una de las flamantes formaciones es utilizada como reserva. Según se informó desde el Ministerio de Transporte, hay otros diez trenes que ya llegaron al país que se irán incorporando al servicio. Además, el propio titular del área, Florencio Randazzo, aseguró que a mediados de setiembre estará renovada toda la flota.
La tragedia de Once desnudó la crisis y la falta de inversión que sufría el sistema ferroviario en general y, sobre todo, el Sarmiento.
Tras el desastre en el que murieron 51 personas y más de 700 resultaron heridas, se desarrollaron una serie de cambios que terminaron con el Sarmiento en manos del estado y la renovación de todo el material rodante, además de trabajos en vías y el sistema de señalamiento.
En el medio, hubo otros choques en Castelar, con tres muertos, y otra vez en Once. Mientras tanto, continúa el juicio oral en el que, además de las responsabilidades puntuales por el accidente, se investiga el deterioro del servicio.
Uno de los objetivos principales de los nuevos trenes es mejorar las condiciones de seguridad para los pasajeros. Así, además de confort, suman frenos ABS, un sistema que impide que un vagón se monte sobre otro y enclavamiento de puertas, que impide que el tren arranque si no está completamente cerrado.
Por eso, ya no se verá gente viajando en los estribos, a quienes ayer, durante el acto de presentación, la Presidenta Cristina Kirchner calificó como “valientes”.
Otra de las deudas del Sarmiento es el soterramiento. Aunque la obra fue anunciada al menos seis veces durante el kirchnerismo, todo continúa parado y sigue sin resolverse el problema de los pasos a nivel.
En los trenes, ayer dominaba el asombro ante la novedad, tanto de pasajeros como de empleados. “Siempre me pregunto por qué hubo que esperar a que sucediera semejante tragedia para hacer estas obras.
Llevo 20 años viajando mal. Ojalá las cosas cambien, que esto no sea solo una movida electoral”, se lamentó Hilda, vecina de Castelar. Trabaja en una óptica y estudia una tecnicatura sobre el tema en la UBA. “Estoy todo el día en la calle, trabajando y estudiando, subir a un tren con este confort es un placer”, dijo.
Ayer, con seis trenes más que los que había la semana pasada, hubo demoras en algunas barreras, según relataron los banderilleros.
La Presidenta y una serie de frases desafortunadas
Llegó para el anuncio oficial. Pero sorprendió con una serie de frases desafortunadas. Ayer, la presidenta Cristina Fernández estuvo en el acto en el que se presentaron las nuevas formaciones chinas y, entre otras cosas, criticó a “los valientes” que viajan colgados de los estribos y hasta dijo que había que apurar la inauguración con un argumento que después fue cuestionado: “Porque si no viene la próxima formación y nos lleva puestos”, dijo, en tono que intentó rozar el humor.
La Presidenta se puso frente al ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, y habló en Villa Luro, una estación del Sarmiento que fue remodelada en el plan que Randazzo presentó como parte de su "revolución ferroviaria" tras los accidentes que entre febrero de 2012 y octubre de 2013 dejaron medio centenar de muertos y más de mil heridos.
En ese marco, Cristina apuró la presentación con la frase que cayó mal justo a un día de que se cumplan 29 meses del desastre de Once. Y con otras que también fueron criticadas.
Por ejemplo, al definir las formaciones, aclaró: “Los que quieran hacerse los valientes que vayan a hacerse en otro lado, a los que les guste viajar colgados, ya no podrán hacerlo”. Y agregó que hay quienes viajan en el estribo porque les “gusta tomar aire”.
Las respuestas llegaron principalmente vía Twitter: entre otros mensajes, algunos marcaron que “la vida no tiene valor para ella”, que perdió “dimensión sobre el cargo y la responsabilidad”.
Que “necesita más frenos que el Sarmiento”, y que la frase del apuro fue, directamente, mucho más “brutal” que un “mero desliz”.