El “Sí, se puede” de Cornejo - Por José Luis Toso

En el oficialismo creen que pueden revertir la caída local en las paso de agosto, que se produjo por diferencias mínimas.

El “Sí, se puede” de Cornejo - Por José Luis Toso
El “Sí, se puede” de Cornejo - Por José Luis Toso

El envión anímico que para el cornejismo significó la holgada victoria electoral de setiembre se traduce en estos días en una dinámica especial para encarar el proceso previo a la cita del próximo domingo.

Varias encuestas indican que esta vez ganaría Macri en Mendoza y lo haría con relativa comodidad. Algunos aventuran una diferencia porcentual cercana a la obtenida por la fórmula Suárez-Abed sobre el peronismo en las recientes elecciones provinciales. Otros prefieren tomar las cosas con cautela y afirman que el solo hecho de revertir el resultado de agosto sería un gran logro.

Se coincide en que esa intención de voto favorable al oficialismo se daría con más certeza hacia la lista de diputados nacionales que encabeza Cornejo. De ser así, se repetiría el orden que se dio el 11 de agosto, pero esta vez el supuesto arrastre del líder radical mendocino contribuiría para que el macrismo también cante victoria aquí.

Aquella vez Cornejo cayó por muy poco,  menos que el Presidente.

Si el global nacional termina favoreciendo a Alberto Fernández, como la gran mayoría  de los encuestadores señalaba hasta el viernes, un eventual éxito de Macri en estas tierras serviría para confirmar el arrastre que el actual presidente mantiene aquí como en otras  provincias argentinas, siempre comparando en base a lo que quedó de las PASO. En cambio, si Macri consigue la hazaña de forzar una segunda vuelta, un éxito al amparo del cornejismo le daría al actual gobernador y futuro diputado nacional un rédito extra y un lugar de indudable preponderancia en la escena nacional que viene.

Luego del triunfo provincial, Cornejo viene reiterando en cada una de sus apariciones a nivel nacional, en especial en entrevistas con distintos medios, que no está todo dicho en materia electoral en el país. Una postura que responde a la lógica política, es cierto, pero que tratándose de Cornejo tiene un significado especial, puesto que el mendocino, que no se caracteriza por disimular lo que siente, en especial cuando lo que siente no es de su agrado, pocas veces se mostró en los últimos tiempos tan enfático por una causa de difícil resultado, como es la pretendida remontada del macrismo. Por ello este “Sí, se puede” que a nivel local ha encarado para buscar los relativamente pocos votos que le faltaron en las PASO de agosto para ser venceder alienta a más de uno.

Y la del Gobernador no es una actitud aislada. No sólo él fue bastante crítico de muchos pasos que dio el gobierno de Macri. El hoy electo Suárez también fue contundente en muchos aspectos hasta no hace mucho y otros, no pocos, se sumaron a ese sendero.  
Sin duda, el planteo de corregir errores o volver al populismo terminó imponiéndose. En ese rumbo marcha el oficialismo local.

Alfredo Cornejo transita con más fortaleza y poder político después del triunfo de setiembre en las urnas. Y esa condición se traslada hacia todos los sectores del oficialismo local, que apuestan gustosos al éxito en la nueva convocatoria a las urnas con el propósito de revertir el resultado de las únicas elecciones que el jefe del Ejecutivo perdió en mucho tiempo.

Pasando a los temas de disputa en la semana, el conflicto por los créditos para las obras que impulsó el Gobierno parece enmarcarse, además, en la puja por el poder interno en la que se debate el justicialismo luego de la dura caída en las elecciones.

Existe una suerte de discusión entre dirigentes para tratar de definir quién o quiénes serán los interlocutores partidarios del futuro gobernador Suárez. Este ya tuvo contactos preliminares y muy promocionados con el líder sanrafaelino Emir Félix, rápido de reflejos para disimular el impacto de las caídas electorales en los departamentos del Sur por los efectos del oleaje cornejista. Por eso el “cacique” aceptó fotografiarse rápidamente con quien tendrá el mando provincial en menos de dos meses.

Prácticamente, la única referente del peronismo mendocino en Buenos Aires es Anabel Fernández Sagasti, figura política moldeada por Cristina Kirchner y muy respetada por Alberto Fernández, como se vio en cada una de las visitas de campaña que hizo el candidato presidencial. Apuestan a ella, según dicen, para que el sector de los intendentes no tenga muchas posibilidades de retomar la conducción plena. Por eso el vigente protagonismo de los Félix en San Rafael y alrededores lleva en estos momentos a una especie de pulseada norte-sur por la conducción en el partido más fuerte de la oposición local. Y por eso, además, Cornejo la culpa de falta de manejo partidario cuando en la Legislatura se insiste en no tratar los proyectos de obras que requieren créditos a tomar.

Los observadores del día a día del peronismo consideran que finalmente será Alberto Fernández, si llega a la Presidencia, el que buscará al nuevo estratega mendocino del megaespacio para que tenga línea directa con la Casa Rosada y a la vez imponga el ritmo de la oposición al gobierno de Suárez. La falencia de conducción no es nueva en el PJ/kirchnerismo de esta provincia.

Y mientras se espera la definición de las presidenciales para trasladar a estos ámbitos la definición de los liderazgos locales, sí hay un consenso generalizado entre la dirigencia del PJ: unirse para evitar que Cornejo logre imponer la aprobación de los tres proyectos de obras que requieren de mayoría especial en la Legislatura. Por eso desde las bancas el peronismo salió a decir en la semana que no aprobarán nuevas deudas hasta que se produzca el recambio institucional del diciembre. Contrariamente a lo que argumentan en el radicalismo, en la oposición aseguran que una razonable demora en la votación de las propuestas de ninguna manera afectará el otorgamiento de los créditos blandos que espera la Provincia para poder hacer frente a los emprendimientos proyectados.

En cambio, en el radicalismo están convencidos de que lo que ha dispuesto el principal sector de la oposición es ningunear al Gobernador en el último tramo de su gestión y ya en transición hacia la de su sucesor. No encuentran otra explicación a la actitud que llega desde el justicialismo. En todo caso, lo leen como una manera de hallar un consuelo al supuesto maltrato que más de una vez los “caciques” departamentales denunciaron de parte del jefe del Ejecutivo.

El argumento de la decisión partidaria que dio en la sesión del martes el senador Bermejo confunde a los legisladores de la UCR porque no encuentran mucho sentido a esas palabras si se las contrasta con la correcta relación que dicen tener con éste y otros representantes del PJ en el contacto periódico.

En lo que se refiere al futuro gobierno, hay muchas especulaciones sobre los nombres de los colaboradores que tendrá Suárez. El todavía intendente de la Capital tiene su elenco y sus asesores, pero sabe que probablemente no esté en condiciones de prescindir de varios integrantes de la actual administración que le puedan garantizar continuidad de la minuciosa dedicación a la gestión que caracterizó al ciclo de Cornejo.

Ya se ha comentado que existe la decisión de que el armado del gabinete de Suárez comience a trazarse luego de las elecciones del domingo 27. Y así será, según lo que se reitera en ámbitos del oficialismo.

Por otra parte, hay quienes aseguran que el actual mandatario y su sucesor podrían aprovechar el viaje por inversiones al exterior, que iniciarán un día después de las elecciones, para conversar seriamente sobre el mejor equipo  que pueda llegar a tener Rodolfo Suárez para iniciar su gobierno.

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