Y... el zonda no bajó

Y... el zonda no bajó
Y... el zonda no bajó

El domingo 29 de setiembre tuvimos elecciones en Mendoza. Elegíamos a quienes tendrían el honor y el deber de custodiar nuestros destinos provinciales durante cuatro años.

Un domingo de setiembre amenazado por ese viento cálido, molesto, irreverente, pero porfiado y seguidor, como buen mendocino.

Era un domingo muy especial, casi diría único en la vorágine de desaciertos y tropiezos de la política actual. Con el zonda en el espíritu los mendocinos estábamos dispuestos a enfrentar el tsunami y  esa política destructiva que arrasa con todo: dignidad, justicia, libertad, verdad y honor.

Pero no hizo falta y el Zonda no bajó. Bastó con la amenaza para que Mendoza una vez más se pusiera de pie en la historia y terminara con prejuicios, promesas, celos, revanchas y entregara a los argentinos un ejemplo de virtud cívica, rarísimo en estos tiempos de componendas vergonzantes.

Ya no importan los resultados, lo verdaderamente importante fue el comportamiento de la ciudadanía. Votantes y candidatos, enrolados en la sagrada tarea del bienestar común, sin falsas promesas ni aberrantes slogans, rebalsaron las urnas. Sin ridículos triunfalismos se impuso la voluntad de la mayoría y en aras de un destino promisorio, se unieron las pasiones y las diferencias.

“Mendoza no necesitó pedir poder, pudo”. El general San Martín, en Mendoza, ante la magnificencia de los Andes, gritó en la soledad de su entrega: “se puede” y “pudo” y escribió una de las páginas mas brillantes de la historia con la humildad de los grandes.

En la lejanía de Malvinas, un soldado mendocino con lo único que poseía, su vida, gritó en la soledad de su entrega: “se puede” y “pudo”, revirtiendo, con la humildad de los grandes, 150 años de vasallaje.

Mendoza “pudo”, pero no con la soberbia de los advenedizos, ni la arrogancia de los incapaces, ni la hipocresía de los cobardes, ni la mentira, ni el caudillaje, ni la utilización inmoral del dolor ajeno, sino con respeto, verdad, humildad, sujetar el “zonda”y alertar a los que esperan un”tsunami” en octubre, sea cual sea su signo político, que “querer no es poder”.

María Delicia Rearte de Giachino

DNI 1.605.228

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