Impsa cumple 20 meses en default y no quiere llegar al segundo cumpleaños. Por eso ya presentó una nueva propuesta a tenedores de bonos para reestructurar su deuda de U$S 450 millones; tanta es la confianza en una salida definitiva que desde el seno de la compañía arriesgan que habrá acuerdo en el corto plazo con la cartera de acreedores, dentro de la cual el 70% son bonistas individuales.
Los ejecutivos de la compañía que dirige Enrique Pescarmona no ocultan el optimismo y además admiten sin tapujos que la relación con el Gobierno nacional, lejos de la incertidumbre que generaba el anterior, cambió. Mientras tanto, sigue la pelea en sus dos principales frentes: Brasil, donde se postergó una vez más la reestructuración de su deuda de más de U$S 770 millones, y Argentina.
Justo 1 año atrás, Impsa había ofertado a los tenedores sumarlos como accionistas con 25% del capital, parte de un eventual acuerdo por la reestructuración de la deuda. A fin de año ese porcentaje trepó a 40%, y ahora los negociadores de Pescarmona apuestan a una nueva oferta presentada a principios de junio, y que consideran “superadora”.
Para homologar un APE (Acuerdo Preventivo Extrajudicial) de tipo privado como lo pretende la firma, la ley de Concursos y Quiebras exige reunir 2/3 del capital y que la mitad más uno (un 66%) de los acreedores lo suscriban.
Consultado, el CEO de Impsa, Juan Carlos Fernández, se resguarda en la confidencialidad de los números, pero no disimula la confianza.
“La propuesta está sobre la mesa y cumple con el porcentaje de ley. Entendemos que es una propuesta superadora y soy optimista de que en corto plazo habrá acuerdo”, consideró.
El APE en la Justicia
Que la deuda por las ON (Obligaciones Negociables) de 2014 esté atomizada prolongó la negociación en el tiempo: entre los inversores se mezclan fondos de inversión, bancos como el Hipotecario, Nación y Galicia y muchos particulares (7 de cada 10). Pero además, no todos accedieron a ciertas condiciones como la que limita el trading internacional (compra y venta) de las ON para poder firmar el APE.
Hasta ayer, algunos de los tenedores más pequeños analizaban la letra chica del borrador elaborado. En tanto, el expediente 13-03852459-8 caratulado “Impsa p/Acuerdo Preventivo Extrajudicial” sigue pendiente de resolución en el 2do Juzgado de Procesos Concursales.
La homologación de su titular, Gloria Cortés, es clave, porque implica que el acuerdo sea obligatorio para todos los acreedores. Cortés había recibido en diciembre un resumen de Términos y Condiciones, que ahora es sustituido por otro cuyos detalles mantiene en secreto.
Sin embargo, en el entorno de la magistrada reconocen que más allá del movimiento registrado de la causa hubo varias presentaciones.
Casi paralelamente el concurso de acreedores por la deuda de U$S 770 millones de la subsidiaria WPE en Brasil sigue en suspenso. Fracasó la asamblea el 21 de junio por falta de quórum y la Justicia fijó otra el 11 de julio.
En el medio el proceso de reestructuración de la deuda quedó paralizada la construcción de 5 parques generadores de energía eólica en Ceará y Río Grande do Norte, por casi U$S 1.500 millones. El default que WPE atribuyó a la falta de pago de más de U$S 250 millones de la estatal Eletrobras derivó en los U$S 770 millones que fue la llave de la convocatoria.
Las empresas Furnas; Comercial Mineira; EBDP; Energimp; Tecneira y FIP Caixa Milão, dueñas de los complejos y clientes de WPE pidieron al Gobierno brasileño extender el plazo. El no, seguido del concurso, derivó en cancelación de contratos, según Fernández “por la propia situación de Brasil”.
Uno de los acreedores de WPE solicitó cambio de jurisdicción de Pernambuco a Sao Paulo. Llegue cuando llegue la definición, el aval le permitiría vender sus activos en Brasil y así pagar más del 90%.
Avances en energía nuclear
La visita ayer del presidente de Nucleoeléctrica Argentina S.A. (NA-SA), Omar Semmoloni, y el subsecretario de Energía Nuclear del Ministerio de Energía y Minería de la Nación, Julián Gadano, para Impsa fue una buena noticia.
Fue en ocasión de la prueba final de uno de los 4 generadores nucleares fabricados en la planta de Godoy Cruz para la renovación de la central cordobesa Embalse de Río Tercero. El envío de los equipos está previsto para la segunda semana de julio.
“Somos la única fábrica con capacidad para diseñar y fabricar a escala proyectos y componentes nucleares en América Latina. Con trabajo esperamos normalizar la situación”, resumió su CEO Fernández, luego de las pruebas hidráulicas (llenado y presurización con agua tratada) de los cuatro generadores de vapor hechos en su Nave Nuclear, en el marco del proyecto de extensión de vida de Río Tercero.