Diego Maradona salió caminando lentamente de la mano de una joven enfermera rubia. Sue Carpenter, la extraña dama que acompañaba al más grande futbolista, jamás habrá pensado que su imagen se repetiría por años. El astro le puso una sonrisa tenue, resignada, a su acompasado adiós del estadio Foxboro, en Boston. Cuatro días después, entre llantos, diría que le “cortaron las piernas”.
Hoy, cuando Argentina vuelva a enfrentarse con Nigeria, como aquella vez, se estarán cumpliendo 20 años de aquel 25 de junio que terminó festivo por una victoria mundialista pero que iba a transformarse en una efemérides negra.
Esa marcha lenta, el control antidoping, y a los pocos días otra vez Maradona en las noticias. En la orina le detectaron efedrina, prohibida para el deporte por más que no fortalecía un ápice las condiciones del gran Diego. Argentina venía de una fresca victoria sobre Nigeria 2-1 y también había goleado a Grecia 4-1 con tres goles de Gabriel Batistuta y una joyita de Maradona.
Todo se derrumbó. “Yo estaba seguro de que éramos campeones mundiales”, confesó una y otra vez el técnico de entonces, Alfio Basile. Para evitar una sanción al equipo, Julio Grondona negoció sacar a Maradona del Mundial.
Sin Maradona, Argentina se apagó. Cayó consecutivamente con Bulgaria y Rumania, y adiós Mundial.
Grondona y Maradona volverían a unirse cuando los hijos del presidente de la AFA fogonearon que fuera el entrenador para el Mundial de Sudáfrica, curiosamente sucediendo a Basile. A su fin, Grondona se lo sacó de encima y Maradona lo acusó de mentiroso.
En este nuevo Mundial, los Grondona, sin respetar siquiera sus investiduras, al fin Humberto hijo es entrenador del juvenil, burdamente tildaron de “mufa” al Maradona que regaló los mejores días de fútbol al veterano dirigente en sus treinta años largos de presidencia en AFA. Gracias a él hubo un título mundial de la mayor en México 86.
Grondona sigue en su sillón de poder perpetuo en AFA y FIFA. A Maradona, con todos sus errores a cuestas, no lo dejaron entrar al Maracaná, pese a haber convertido en arte el juego de la pelota .
Roberto Peidró (Médico de la selección en USA '94): "Cuando vi el número que salió, estaba tranquilo"
“Cuando vi el número que salió, tenía tranquilidad. Es más, estaban todos enloquecidos porque iba a venir Maradona” recordó el facultativo y agregó: “Yo lo defendí mucho a Diego, aunque no era defenderlo sino contar las impresiones que yo tenía. Mi impresión era que él, que su culpa debió tener, lo veía desde una posición más de víctima.
No de la AFA ni de la FIFA, porque hubo un sorteo y le tocó a Diego, como le pudo tocar a otros. Víctima en un sentido anímico, en un sentido subjetivo, de sus propias circunstancias. Él no se lo esperaba. Y si no esperás algo y llega, sos una víctima por más de que hayas tenido algunas acciones que llevaron a eso. Hubiera preferido no tener esa preponderancia”, concluyó Peidró.
Diego Maradona: "Me duele mucho, porque me cortaron las piernas"
“Esto me duele mucho, porque me cortan las piernas, me dan por la cabeza en un momento cuando uno tiene la posibilidad de resurgir”. Después de pronunciar las palabras que hicieron llorar a un país, Diego no tardó en abandonar la concentración argentina. El doctor Peidró recordó sobre Diego: “Lloraba todo el tiempo. Estaba muy mal. Se encerró en el baño y no salía. Pensé lo peor”.