Primero fue el riff. Tan sencillo que incluso para un lego en guitarra resulta fácil de identificar, pero que, como sucedió con Smoke on the water, precisamente por su sencillez hizo de Deep Purple una de las bandas de hard rock más influyentes.
“Creo que nuestra música allanó en cierto modo el camino”, afirma el baterista Ian Paice. De su fundación, en la británica Hertford, se cumplen ahora 50 años.
Deep Purple, junto con Led Zeppelin y Black Sabbath, se consideran los “padres” de este subgénero del rock que sonaba más duro que todo lo que se había escuchado hasta entonces.
“Nuestro primer álbum estaba llamado a ser un ataque frontal a los oídos, con un sonido que no se había escuchado: radical, intenso y puro”, dijo el legendario guitarrista de Led Zeppelin Jimmy Page.
“Todo empezó cuando se inventó el clásico amplificador Marshall y la guitarra comenzó a sonar como el ‘in rock’ de los comienzos de Led Zeppelin o Deep Purple”, dijo a dpa el periodista Götz Kühnemund, ex redactor jefe de la revista Rock Hard y actual director de Deaf Forever. “Fue ahí cuando entró ese característico sonido de guitarra que sembró la adicción”.
Cinco décadas después, Deep Purple y otros pesos pesados del pasado como AC/DC o Alice Cooper siguen llenando salas de conciertos y liderando los carteles de muchos festivales de rock. “El primer riff que escuché en mi vida me electrizó de tal manera que quería revivirlo una y otra vez”, cuenta Kühnemund sobre su primera experiencia con la “droga” del hard rock.
No en vano, este subgénero y sus fanáticos muestran una permanencia y un cierto conservadurismo en sus valores que planta cara a los tiempos que corren, con sus cambiantes modas y opiniones.
Y es que según el experto, “la necesidad de lo auténtico crece cuanto más rápido va todo”. Esto, además, ha servido de escudo protector ante determinadas crisis.
Ramificaciones
Con todo, el hard rock evolucionó primero hacia el heavy metal, que en la década de los 80 estuvo marcado por bandas como Metallica o Iron Maiden. Para ambas, sus referentes eran Black Sabbath o Deep Purple. “Cuando los escuché por primera vez, a los nueve años, se convirtieron en la columna vertebral de mi música”, contó sobre Deep Purple el baterista de Metallica Lars Ulrich.
Gracias al cambio en los medios de comunicación, con canales de música como MTV, los Guns N’Roses se convirtieron a finales de los 80, principios de los 90 en los últimos supervivientes del negocio del hard rock. Sus integrantes vivieron el cliché de sexo, drogas y rocanrol como ningún otro representante del género y, a la vez, lograron penetrar en la conciencia colectiva del ciudadano de a pie.
No fue hasta entrados los 90 cuando Kurt Cobain y la ola del grunge supuso la primera crisis de identidad para el hard rock. De pronto, identificarse con este subgénero ya no era algo cool, en parte porque, según apunta Kühnemund, “las mujeres le dieron la espalda al ser el grunge más bailable”.
Sin embargo, Cobain murió, el hard rock y el metal superaron aquella crisis y el grunge resultó ser una oleada. El antaño denostado heavy metal ha pasado hoy a convertirse en mainstream y bandas como Graveyard, Blues Pills, Airbourne o The Darkness siguen llevando el testigo.
Además, los fans no tienen por qué renunciar a los clásicos: hasta hace nada, AC/DC y Black Sabbath seguían llenando estadios con seguidores de diferentes generaciones y, tras la reunión de Axl Rose con Slash y Duff McKagan, los Guns N’Roses llegaron a movilizar multitudes casi como en sus mejores tiempos, hace 25 años. inFinite, el último álbum de Deep Purple, alcanzó el año pasado el número uno en las listas de éxitos.
10 discos esenciales del género
1. Led Zeppelin - ídem (1969)
2. Steppenwolf - ídem (1968)
3. Jimi Hendrix Experience - Electric Ladyland (1968)
4. Deep Purple - In Rock (1970)
5. Kiss - ídem (1974)
6. Boston - ídem (1976)
7. Van Halen - ídem (1977)
8. AC/DC - Back in black (1980)
9. Def Leppard - Pyromania (1983)
10. Guns n' Roses - Appetite for destruction (1987)