Uno de los riesgos de “stockearse” con productos y no saber conservar correctamente los alimentos es desperdiciar una gran cantidad de dinero y de recursos que podrían ser apreciados para otras personas. Hoy te acercamos algunos trucos para conservar los alimentos y que mantengan su frescura por más tiempo.
1. Conocer la temperatura de tu heladera. Es clave, porque sabrás dónde colocar cada tipo de comida para conservarla por más tiempo: la carne y el pescado al fondo en la parte más fría; los vegetales en los cajones indicados en el refrigerador y la comida ya lista en la parte media, donde es menor el frío. Cuando se almacena la comida es importante hacerlo con mucho cuidado y orden para evitar los peligros de la contaminación cruzada.
2. Mantener la frescura de las frutas y verduras. Por ejemplo, frutas delicadas como las frutillas es conveniente colocarlas en agua con vinagre antes de secarlas bien y refrigerarlas. Las frutas y hortalizas no deberían estar en contacto con otros alimentos e incluso, es recomendable separarlas entre sí para que no se alteren los ritmos de maduración de cada alimento.
3. Zanahorias, apio y otras verduras crujientes. Pueden ser lavadas, partidas y puestas en contenedores con un poco de agua. Otra opción es blanquearlas en agua hirviendo. Simplemente poner una olla con abundante agua a hervir y echar allí las verduras por dos o tres minutos. Las espinacas, acelgas o lechugas se deben guardar en una bolsa cerrada hasta su consumo, lavadas y desinfectadas previamente. Las frutas y verduras es ideal guardarlas en recipientes que permitan la entrada del aire, para que estos productos puedan "respirar".
4. Para guardar todo tipo de comida. Buscá recipientes herméticos preferentemente de vidrio (tipo Pyrex) o de plástico sin BPA, materiales que proveen transparencia cristalina, son duraderos, no retienen olores, sabores o manchas. Las carnes, pollos, pescados o alimentos ya cocinados deben estar contenidos en estos recipientes para poder volver a consumirlos.
5. Cuidado al almacenar los alimentos secos. Asegúrate de guardar cada frasco, paquete o lata en un lugar libre de humedad y al abrigo de la luz solar. Para asegurarte la mayor frescura, consumí cada uno de tus alimentos embotellados dentro del año de elaboración.
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