1. Punta del Diablo, Uruguay
Ubicado a 300 kilómetros de Montevideo y tan sólo a 50 de la frontera con Brasil, Punta del Diablo se reafirma temporada tras temporada como destino veraniego juvenil. Una arquitectura caprichosa que se traduce en coloridas casas de madera dispersas en el horizonte, habla del espontáneo y vertiginoso crecimiento que ha tenido este pueblo.
Antaño sustentado en la actividad pesquera, en nuestros días -al menos durante los meses estivales- es el turismo el que se apodera de sus onduladas calles de arena.
Mientras que la Playa de los Pescadores, con sus barcas que se estacionan al terminar cada jornada y el mercado donde se ofrece la más fresca pesca del día hablan de la actividad que ha sustentado a este pueblo durante años, la feria de artesanos, los hostels y los bares muestran la nueva cara de este paraje donde cada verano, jóvenes de diferentes partes de Sudamérica se reúnen en sus playas -La Grande, del Rivero y La Viuda- alrededor de guitarreadas, mates y mojitos.
Con una oferta hotelera que incluye aparts, departamentos, casas, hostels y camping, Punta del Diablo parece adaptarse a todo tipo de bolsillos.
http://www.portaldeldiablo.com.uy/
2. Tayrona, Colombia
El Parque Nacional Tayrona, de exuberante belleza, cuenta con todo lo necesario para pasarla bien, experimentar aventuras de selva y mar, y conocer a viajeros del mundo que con mochilas y ojotas se quedan acampando en las prístinas playas que dan al Mar Caribe. Territorio de los aborígenes Taironas ofrece excursiones hacia ciudadelas y antiguos restos arqueológicos, pero también se puede convivir con esa cultura y sus descendientes. Comprarles agua de coco para saciar la sed, o jugo de frutas y tortillas, imprescindible.
Para ubicarse: el parque tiene 700 especies de plantas, más del 60% de las de aves del país y hay que ir con mochilas livianas, agua y una toalla, algún repelente de insectos y protector solar. Por lo demás, ganas de descubrir todo alrededor.
Desde uno de los ingresos al parque hay que caminar 7 km para hallar cabo San Juan de Guía. Algunas hamacas coloridas cuelgan a la sombra, (U$S 5 y 15) también hay ecohabs para dormir y se puede acampar por una o más noches (Desde U$S 50). Neguanje y Playa Cristal son dos de las más hermosas y tienen accesos independientes, desde la ruta.
La primera a 45 minutos de Santa Marta. También en el Tayrona, cuenta con aguas cristalinas ideales para el buceo. A la segunda se accede en barco en menos de 10 minutos. Para los más atrevidos trepar por la Sierra Nevada durante cinco días de marcha para llegar a la Ciudad Perdida de los indios tairona, una oportunidad única.
LAN llega al Aeropuerto Simón Bolívar de Santa Marta, desde Bogotá. Vía terrestre está a 209 km de Cartagena. (www.colombia.travel)
3. Máncora, Perú
La ruta panamericana atraviesa de sur a norte este paraje. Los moto taxis que se mueven en una y otra dirección -marca registrada del lugar- determinan el ritmo de esta arteria, calle principal de este pueblo peruano donde se concentran bares, restaurantes, hostels y demás negocios, además de viajeros y locales. Es que todo parece pasar por esta ruta doble mano que da tanto la bienvenida como la despedida a los viajeros que llegan cada año y todo el año.
El mar cálido, la arena blanca y su privilegiado clima han puesto a Máncora en el mapa turístico y la han convertido en el destino predilecto de jóvenes surfers que se adentran en sus aguas tras la búsqueda de la ola perfecta. En la playa se respira un clima jovial donde tienen cita veraneantes argentinos, chilenos, ecuatorianos y peruanos, entre otros. Su ritmo relajado hace de este lugar el sitio ideal para unas vacaciones de amigos. Los más aventureros encontrarán en sus actividades acuáticas (surf, buceo, nado con tortugas, pesca) y terrestres (rapel, tirolesa) sus cuotas de adrenalina.
http://www.vivamancora.com/
4. Montañita, Ecuador
Desde hace ya varias temporadas, Montañita parece haberse convertido en un secreto a voces, cuando de vacaciones con mochila al hombro se trata. Como un paso obligado para aquellos viajeros jóvenes que se inician en travesías aventureras con el norte argentino, siguen por Bolivia, continúan en Perú con Machu Picchu y culminan, veranos más tarde, en las playas de Montañita. Este pueblo ecuatoriano ofrece un ambiente de fiesta constante y se ha convertido en la meca de veinteañeros que buscan divertirse. Entre lo rústico y lo bohemio parece definirse este pueblo que mira al océano Pacífico, rehúye a las cadenas hoteleras y celebra su espontaneidad cuando de comodidades se trata.
Las historias de argentinos que lo dejaron todo para instalarse en este agreste paraíso con proyectos como hostels o bares, no se harán esperar y más de uno querrá abandonar la rutina para sumergirse no sólo en las famosas olas que ostenta este paraje surfero sino también en su despreocupado ritmo de vida.
http://www.infomontanita.com/
5. Pipa, Brasil
Cuando se trata de destinos playeros en América del Sur, imposible sería no mencionar alguno de los tantos que ofrece Brasil. Con una costa tan amplia como bella, la elección conlleva su grado de dificultad. Sin embargo, luego de darle varias vueltas nos hemos decantado por Pipa. Ubicada en el nordeste del país este paraíso se jacta de arenas blancas, aguas templadas, una frondosa y verde vegetación y acantilados imponentes que obligan a tener siempre a mano la cámara o el celular para tomar postales que desafíen el tiempo. Cuando se trata de disfrutar sus cristalinas aguas hay una oferta para cada viajero: surf, kitesurf, kayak o stand up paddle son sólo algunas de las propuestas.
En tierra firme, ganan las cabalgatas o los paseos en buggy -autos descapotables para transitar en la arena-.
Aunque no sólo de belleza natural presume Pipa, su pueblo que se compone de una animada calle adoquinada donde se aglutinan bares, restaurantes, negocios, puestos de artesanos y se convierte cada día en el punto de encuentro para turistas y locales. La combinación de sus playas y su animada vida tanto diurna como nocturna, hacen de Pipa un excelente plan para disfrutar con amigos amantes del sol y la buena vida. http://www.pipa.com.br/espanol /