1- Choquequirao, Perú
Es la alternativa para quienes huyen de las multitudes de Machu Picchu. Choquequirao – que en quechua significa "cuna de oro"– ofrece la misma mística atmosférica en un espectáculo casi privado. La ciudad fue construida en la cima de la montaña como un sitio ceremonial y refugio para la realeza inca. La visita se puede combinar con una visita a otros puntos satelitales como Hurincancha, Capullyoc y la Casa de la Cascada. Hay que tener en cuenta las fechas, ya que es imposible acceder de diciembre a marzo, durante la época de lluvias.
Cómo llegar: se parte del Cusco hasta la localidad de Cachora, último pueblo antes de llegar hasta el complejo arqueológico. Desde allí se va a caballo o a pie. En Cachora se pueden contratar los servicios de los caballos de carga. Requiere de una buena condición física y del equipo adecuado.
2- Petra, Jordania
Una de las nuevas siete maravillas del mundo moderno fue en otro tiempo la capital del antiguo reino nabateo. Su nombre proviene del griego y significa piedra, íntimamente relacionado con la particularidad de una ciudad íntegramente enclavada y esculpida en la montaña. Si hay magia, aquí se patentiza y lo mejor es que estuvo siglos escondida de los ojos de los curiosos y turistas y aún hoy la mística se preserva. Las postales rojizas de este enclave arqueológico es un tesoro por descubrir, si accede a caballo después del paredón creerá entrar a otra dimensión.
Cómo llegar: Hay vuelos desde Israel y servicios de autobuses diarios desde Aqaba y Ammán. Para una experiencia más extrema, se puede caminar desde la Reserva de la Biosfera de Dana durante seis días a través de un paisaje espectacular. Los precios oscilan los U$S 150 diarios.
3- Pompeya, Italia
Su historia es trágica: una ciudad de la antigua Roma que fue enterrada con la erupción del monte Vesubio, el año 79 d.C. Aquella sepultura repentina significó un estado de conservación magnífico, que hoy permite apreciar la mayoría de sus edificios, decoración de las casas y hasta ciertos restos de los habitantes. Uno de los paseos más escalofriantes es la exposición de las figuras de los ciudadanos que quedaron atrapados por las cenizas, con sus expresiones de pánico intactas.
Cómo llegar: Se puede llegar fácilmente en autobús, tren o tour desde Nápoles. Hay excursiones en español desde Roma. Trenes desde 45 euros, excursiones desde 90.
4- Angkor Wat, Camboya
La majestuosa expresión arquitectónica del imperio Jemer, que supo dominar el sudeste asiático, constituye la capital de este imperio y la construcción religiosa más grande del mundo. Este tesoro patrimonial de Camboya figura en su bandera y es orgullo nacional. Conocido por sus templos, el recorrido dentro de sus bosques frondosos es una invitación a descubrir el pasado e ingresar en un mundo sagrado y misterioso, que nadie que pise Asia quiere dejar de visitar.
Cómo llegar: Recorrido o tuk-tuk desde Siem Reap que permitirá vivencias únicas.
5- Calakmul, México
Las pirámides de Calakmul asoman entre las copas de la exuberante selva circundante. El parloteo de los monos apaga las voces de otros posibles visitantes de esta ciudad maya, una de las más grandes y antiguas descubiertas. Ocultos en la selva de Campeche, sus pirámides de vértigo - muchos todavía envueltas en vegetación - son las más altas de México. Los arqueólogos están trabajando para conservar frescos colores brillantes que representan la vida cotidiana maya, oculto durante siglos bajo múltiples pirámides. Fue una de las ciudades más prósperas de esta civilización, que competía con su rival Tikal, en la frontera con Guatemala.
Cómo llegar: Se recomienda ir hasta la ciudad colonial de Campeche, a 300 km de Calakmul.