Empecemos por "La Mitad", tangazo que habla de una separación y dice: "Solo una mitad, mía, la que va a olvidarlo todo/ y la otra que te diga adonde voy". La voz de Alejandro Guyot recita apuñalada en el teléfono. El temón es de Acorazado Potemkin, a quien los 34 decidieron versionar en "Las historias del humo", el disco que les valió el Gardel.
En la humareda, pues, también está "La viajera" de Victoria Di Raimondo y otras perlas negras del tango compuesto en el siglo XXI.
En este intenso ahora, el grupo quiso involucrar dentro de "Las historias del humo", como guiño e intercambio de favores, a los camaradas. No sólo los generacionales, sino también aquellos que, con dieez o más años menos, ya van levantando alto la antorcha del tango nuevo. "Estamos celebrando en patota", cuenta Guyot. Porque el premio no se siente sólo por la trayectoria de 34 Puñaladas sino por todas las historias que otros han dejado escritas también en ese disco: Yuri Venturin, el Tata Cedrón con poesía de Alposta, Acho Estol de La Chicana, la gente del Sexteto Fantasma, y tantos más.
Tanto ayer y hoy
Surgida en plena crisis del 2000, 34 puñaladas aguzó el oído en la historia musical del país. Indagó en los tangos teñidos por los desastres económicos, por el amor, el desamor, el ascenso y el descenso social, la llaga colectiva y la ruina personal. Investigó el tango carcelario y esa sangre oscura se instaló en su poética, que se plasmó desde "Slang".
Ahora, Guyot se entusiasma también investigando a compositores jóvenes, "que están asumiendo la responsabilidad de seguir llevando la bandera del tango más allá". Claro que 34 Puñaladas y su generación sentó la posta. "La pregunta era cómo hacer tango en este siglo. Cómo hacer una música que tomara el estallido económico y social desde el legado del XX, cómo se podía hablar de eso". E hicieron escuela. Primero grabaron tangos viejos, rastrearon partituras y recalaron en que la mayoría de los tangos del '20 y el '30 estaban teñidos del drama social.
Una misma resonancia conectaba los principios del XX con los del XXI. Entonces, "¿Cómo componer? ¿Con qué poética? ¿Con qué mirada compositiva poder contar estas historias?" Poder asumir la contemporaneidad y devolverla en forma de tango, ése era el tema". De tales desvelos, explica Guyot, salieron álbumes como "Bombay Bs As" y "Astiya".
Y hubo felicidades imprevistas: uno tras otro o en simultáneo, “los colegas terminaron por apropiarse de esos tangos y por registralos en los formatos de sus propias orquestas”.
Grandes amigos los esperan en Mendoza. Hermanos de carrera de Altertango, los 34 han decidido cerrar aquí esta gira emocionante y merecida. El espíritu está intacto: “No nos restringimos a los límites del género, si tal cosa hubiera. Se trata de trazar un puente a otras poéticas y otras músicas urbanas”.
Filo y fuego
34 Puñaladas es una agrupación de guitarras y cantor que destaca por su originalidad y permanente vigencia. A lo largo de 20 años de trayectoria han editado 7 discos y realizado numerosas giras por Latinomérica, Europa, México, Estados Unidos, Canadá y Australia.
Creadores de una estética personal donde la profundidad de la voz y la imprevisibilidad de los arreglos construyen un discurso propio, 34 Puñaladas ofrece un sonido que tiende puentes hacia la música contemporánea y la experimentación pero que a la vez es orillero y está profundamente arraigado en la tradición guitarrística.
Alejandro Guyot (voz), Maximiliano Cortez, Edgardo González, Juan Lorenzo (guitarras) y Lucas Ferrara (guitarrón) forman este quinteto que hace 20 años es una referencia insoslayable.
Noches a milongas
Exponente fundamental de la escena tanguera actual y reciente ganador del Premio Gardel al Mejor álbum orquesta de tango e instrumental, vuelve a Mendoza luego de su gira por México y Colombia.
En estas nuevas fechas será revisitada toda su discografía, con un repertorio que incluye tangos clásicos, lunfardos, contemporáneos y propios.