En agosto de 1991, Luis Fermín Tenorio Cortez, un niño nacido entre las montañas del departamento de Junín, en Perú, fue la última víctima del poliovirus salvaje en la región de las Américas. Fermín no estaba vacunado, por lo que el virus entró en su organismo generándole una parálisis irreversible en sus piernas.
Hoy, 24 de octubre, en el Día Mundial de la Polio, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) celebra los 25 años de la eliminación de esta enfermedad incurable, pero prevenible con la vacunación, en América del Norte, Central y del Sur, así como en El Caribe. "Este logro crucial es el resultado del compromiso de los países con la vacunación y del esfuerzo de los trabajadores de salud por vacunar al 95% de los niños en todos los rincones del continente, mantener las altas tasas de cobertura a lo largo de los años y vigilar la situación de salud, para cerrar la puerta a cualquier posible recirculación del virus", afirmó el jefe de Inmunizaciones de la OPS, Cuauhtémoc Ruiz Matus.
En 1975, antes de la vacunación masiva y sistemática, casi 6.000 niños quedaron paralizados como consecuencia de la enfermedad. En 1991, se registraron los últimos seis casos y en 1994, la región fue la primera en el mundo en ser certificada libre de polio. Actualmente, solo Paquistán y Afganistán registran casos, y el mundo está más cerca de la erradicación.
Con el apoyo técnico de la OPS, las coberturas de vacunación en niños menores de 1 año pasaron de 25% en 1978 a más del 80% en 1993. Al menos, 8 de cada 10 niños estaban vacunados y gracias a la inmunidad de “rebaño”, conferida por la vacuna oral, la protección colectiva estaba garantizada.
Actualmente, los niños de las Américas tienen garantizado el acceso a vacunas gratuitas, seguras y de calidad. La vacuna es considerada desde entonces un bien social, con acceso universal y equitativo para todos. La OPS contribuye a que esta vacunación sea sostenible poniendo a disposición de los países su Fondo Rotatorio, a través del cual se compran la mayoría de las vacunas, jeringas y suministros que utilizan los programas de inmunización de América Latina y el Caribe, a precios asequibles y calidad asegurada.
Fuente: OPS