Toda rueda de prensa de Rafael Nadal y Roger Federer incluye como regla básica alguna pregunta sobre la admiración mutua entre los dos clásicos rivales que en 2017 monopolizaron los cuatro títulos de Grand Slam.
Una respuesta de Nadal terminó en broma viral.
"No quiero que parezca que soy su novio", respondió el español camino a la conquista de su tercera corona en el Abierto de Estados Unidos y el 16to de Grand Slam en su carrera.
De todas formas, Nadal enumeró las virtudes del suizo: "siempre ha sido un gran embajador para el tenis y para nuestro deporte, con buena imagen, por supuesto, y representando buenos valores... alguien capaz de hacer lo que hace manteniendo la pasión y el amor por el deporte".
"Fedal" es la palabra que surgió en el mundo del tenis para identificar la rivalidad, uno de las más trascendentales en todos los deportes. Treinta y ocho partidos marcados por estilos de juego distintos y lucha sin darse cuartel.
Pero también es una de las rivalidades más amistosas.
Todo el arco de lo que representan se pudo desplegar durante el curso del año, concluyéndolo con los dos en la cima de los rankings de la ATP, Nadal al frente y Federer un escalón atrás.
Fue la cuarta ocasión en la que se apoderaron de todas las coronas de las grandes citas en un mismo año, aunque la primera vez en la que la repartición fue con un equitativo 2-2. Los dos títulos para Nadal fueron su décimo Abierto de Francia y el US Open, mientras que Federer obtuvo su quinto Abierto de Australia y octavo Wimbledon.
También hicieron realidad algo nunca visto cuando en septiembre disputaron su primer partido de dobles al representar al equipo de Europa en la Copa Laver.
"Volveremos a ser rivales, gracias a Dios, o desafortunadamente, o cómo prefieran verlo", dijo Federer tras el torneo de exhibición en Praga. "Pero esto fue muy especial. Fue un placer absoluto compartir cancha con Rafa, estar del mismo lado de la red. El ver que puedes confiar en grandes momentos, ver cómo toma decisiones, cómo piensa... Son recuerdos para toda la vida".
El regreso mancomunado a la cumbre de este par de treintañeros se cristalizó cuando la percepción era que estaban acabados debido a lesiones y el paso inexorable de la edad.
Federer, con 35 años, empezó la temporada con casi seis meses de inactividad por culpa de una cirugía en la rodilla izquierda y molestias en la espalda, quedando fuera del Top 10 por primera vez desde 2002.
Una lesión en la muñeca obligó a Nadal, con 30 años, a retirarse en pleno Roland Garros y no alcanzó siquiera la ronda de cuartos de final de un grande por primera vez de 2004.
Ambos pusieron fin a sus sequías sin consagrarse campeones en las grandes citas, cinco años para Federer y tres para Nadal.
Nunca falta un debate entre los dos. ¿Quién tuvo la mejor temporada?
Nadal acabó el año al tope de los rankings, pero el porcentaje de victorias de Federer fue superior al cerrar con una marca de 52-5. El suizo ganó siete títulos contra seis de Nadal.
Pero donde hubo un cambio de dinámica irrefutable fue en los enfrentamientos mutuos, en los que Federer se impuso en todos los cuatro duelos, incluyendo tres finales.
Apoyándose con un punzante revés y una mayor agresividad, la victoria más sobresaliente de Federer sobre Nadal se dio en Australia al remontar un 3-1 en contra en el quinto set. Aún más impresionante es que ha hilado tres victorias ante el mallorquín y sin ceder el saque desde ese último set en Melbourne, un total de 31 games.
Así las cosas, Federer ha logrado achicar la brecha en el pulso directo, dominado 23-15 por Nadal. Los pro Federer no parpadean en advertir que 13 de las victorias de Nadal han sido en arcilla.
¿Y ahora? Pues queda la batalla por el record de títulos. Federer marca el paso con 19, tres más que Nadal. La diferencia de cinco años favorece al español, pero cerró la temporada martirizado por una dolencia en la rodilla derecha.
Federer también tiene presente a otros rivales como Novak Djokovic, Andy Murray y Stan Wawrinka, cuyas lesiones les apartaron durante largos tramos de la última temporada.
"Espero cosas grandes de ellos con sus regresos. Quizás no de entrada, pero no me sorprendería que las cosas le salgan igual de bien como pasó conmigo. Y también Rafa", sentenció.