El 2012 marcó el fin de una era para la cultura latinoamericana con la muerte de Carlos Fuentes, Chavela Vargas y Oscar Niemeyer, quienes representaban el espíritu de las artes en la región de la segunda mitad del siglo.
El año pasado también estuvo marcado por la controversia por la entrega del premio FIL de literatura al peruano Alfredo Bryce Echenique y vio la creación de nuevos espacios para el arte que auguran un futuro brillante.
Si bien Fuentes era ya un octogenario, su muerte repentina en mayo sacudió al mundo hispanohablante. El escritor falleció a causa de una hemorragia grave en el tubo digestivo, cuando se encontraba en su residencia en México.
El autor de "La muerte de Artemio Cruz'' y "Aura'' partió sin haber conseguido el Premio Nobel, para el cual considerado varias veces como posible candidato. Su literatura abarcó más de 20 novelas, 17 libros de ensayo y 12 libros de cuentos.
Fuentes, quien también se desempeñó como diplomático en la década de 1970, era un intelectual con una voz escuchada alrededor del mundo en temas tan diversos como la corrupción, la política y el combate al narcotráfico.
Aun cuando el mundo de la literatura se sobreponía a su pérdida, el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes mexicano anunció la creación del Premio Internacional Carlos Fuentes a la Creación Literaria en el Idioma Español.
La fecha de entrega del galardón anual, dotado de 250.000 dólares, se fijó para el 11 de noviembre, el día de su natalicio. En octubre se reveló que el peruano Mario Vargas Llosa era el ganador de la primera edición del premio.
Fuentes fue junto a Vargas Llosa y Gabriel García Márquez uno de los integrantes más destacados del “boom'' latinoamericano, el movimiento que proyectó a nivel mundial la literatura de la región en la década de 1960.
En su discurso de aceptación el escritor peruano, laureado Nobel de Literatura 2010, reconoció un hecho ineludible tras la muerte del mexicano. “Soy muy consciente de que esta generosa decisión del jurado se debe en buena medida a ser yo algo así como el último sobreviviente operativo de ese movimiento'', dijo con buen humor el autor de la novela “La ciudad y los perros'', que en 2012 vio festejado su 50º aniversario con una edición especial y varias celebraciones conmemorativas. La declaración de Vargas Llosa, fuera de bromas, tiene un cierto peso. En Colombia los seguidores de García Márquez han estado preocupados por la salud del Nobel, sobre todo porque no acude a actos públicos y su hermano Jaime García Márquez dijo que tiene problemas con la memoria. Chavela Vargas fue otra de las artistas que partieron en el año dejando una huella profunda en sus admiradores. La cantante de origen costarricense naturalizada mexicana interpretaba música ranchera, pero lo hacía muy a su manera, con pantalones de manta, ponchos y una pistola enfundada, rompiendo todos los estereotipos que había tenido hasta entonces la mujer en ese género musical. Convivió con Diego Rivera y Frida Kahlo, y con esta última incluso tuvo una relación sentimental. Pero su carrera comenzó a despuntar tiempo después, en la década de 1960. Fue amiga inseparable de Jose Alfredo Jiménez y por años luchó contra el alcoholismo. Cuando tenía más de 70 años y había quedado casi en el olvido, su carrera comenzó a brillar una vez más con nuevas presentaciones en público y el lanzamiento de nuevos discos. Su relación con artistas como Pedro Almodóvar y Miguel Bosé la hizo famosa en España y llevó a que se le otorgara en el 2000 la Gran Cruz de Isabel la Católica. En 2007 recibió el premio a la Excelencia Musical de la Academia Latina de Grabación. A sus 93 años, Chavela Vargas lanzó un último disco (grabó más de 80), ``Luna Grande'', y viajó a España para una serie de conciertos. Pero a su regreso su salud empeoró y murió en agosto a causa de un paro respiratorio. En su funeral, realizado en parte en la tradicional Plaza Garibaldi de la Ciudad de México, no faltaron los mariachis ni el tequila. Lila Downs, Eugenia León y Tania Libertad interpretaron algunas de las canciones que popularizó la música a la que consideraban una maestra. El homenaje continuó al día siguiente en el Palacio de Bellas Artes, abarrotado por un público que nunca la abandonó. No con menos dolor se vivió la muerte del arquitecto Oscar Niemeyer en los últimos días de 2012. El diseñador de Brasilia, la modernista capital de Brasil inaugurada en 1960, murió el 5 de diciembre en un hospital de Río de Janeiro a los 104 años de edad. A lo largo de todo 2012 el arquitecto fue hospitalizado varias veces; la tercera resultó fatal. El estilo de Niemeyer quedó plasmado en todo tipo de obras, desde la sede de la Organización de las Naciones Unidas en Nueva York hasta el edificio del Partido Comunista Francés, en París. De igual forma diseñó el Sambódromo que alberga los desfiles de Carnaval de Río de Janeiro, y el Museo de Arte Moderno en Niteroi, que parece un platillo volador en la costa. Su obra, caracterizada por las formas y curvas que imitan a la naturaleza, puede encontrarse en Estados Unidos, Israel, Líbano, Argelia, Italia, Alemania y Portugal. Pero su proyecto más emblemático fue Brasilia, ciudad concebida desde cero en las planicies de la sabana brasileña. En ella Nienmeyer diseñó, entre otros edificios, la Catedral, el Congreso, el Museo y la Biblioteca Nacional, así como la Explanada de los Ministerios, un enorme espacio al aire libre en el corazón de los edificios gubernamentales más reconocidos de su creación. La obra de Niemeyer en Brasilia es la principal manifestación creativa del país en el siglo pasado, afirmó el diplomático y crítico de arquitectura André Correa do Lago. Mientras que estos grandes artistas que marcaron una época partieron entre homenajes, otros un poco más jóvenes como el peruano Alfredo Bryce Echenique se vieron envueltos en controversia. Al escritor le fue otorgado el premio FIL de Literatura en Lenguas Romances, pero la felicidad por el anuncio se vio manchada por reclamos derivados de los juicios que enfrenta por plagio periodístico en Perú desde 2009, por los cuales la entidad defensora de la propiedad intelectual de su país ya lo ha sancionado en 16 casos. Un grupo de intelectuales mexicanos, país que otorga el premio en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, publicó una carta en la que pedía que el reconocimiento fuera reconsiderado. Entre los firmantes se encontraban Blanca Heredia, Fernando Escalante, José Antonio Aguilar y Soledad Loaeza.
En un hecho sin precedentes, los organizadores del premio otorgado desde 1991 a escritores como Nicanor Parra, Eliseo Diego y Sergio Pitol se reunieron y decidieron entregar el galardón en el país de residencia del escritor y no en una ceremonia en la feria, como hasta este año se había realizado. Bryce Echenique recibió así el honor dotado de 150.000 dólares en Lima, Perú, en octubre. Al respecto de sus detractores Bryce Echenique, quien sostiene su inocencia, dijo ``¡Que se jodan!'' en una entrevista con el diario español El País. Está por verse cuál será el escritor premiado por la FIL en 2013 y cómo se repone la feria de este extraño episodio. 2012 también trajo la apertura de nuevos espacios para la cultura entre los que se destaca la reinauguración de la vanguardista biblioteca de la Ciudadela-Ciudad de Los Libros, que se celebró con la entrega del premio Carlos Fuentes a Vargas Llosa en el centro de la capital mexicana. La Ciudadela, un edificio construido en el siglo XVIII, alberga ahora las bibliotecas personales de cinco autores mexicanos destacados: José Luis Martínez, Antonio Castro Leal, Jaime García Terrés, Alí Chumacero y Carlos Monsiváis, que suman cerca de 350 mil volúmenes en total. Las bibliotecas de los escritores fueron ordenadas, decoradas y adaptadas de manera diferente para cada uno. La biblioteca, que tradicionalmente era usada por estudiantes antes de su remodelación, también se acondicionó para recibir a niños, ciegos y académicos con detalles arquitectónicos modernos y piezas de artistas contemporáneos. De igual manera se reiniciaron las actividades de la Cineteca Nacional en la Ciudad de México, que tras un año cerrada por obras reabrió con un espacio para proyecciones al aire libre, salas reacondicionadas, un Museo del Cine y la Videoteca Digital.