Lo bien que andaba en privado, la calidad innegable que posee y las ventajas que recibía en los plomos indicaban a Cuyum como gran candidata al triunfo en el premio especial “Clausura” prueba básica de la reunión.
La hija de Basajaun, junto con Atropelladora los más altos exponentes de la pasada generación, llevaba consigo la responsabilidad de los jóvenes frente a los poderosos caballos avezados y curtidos en luchas de recio trámite que salieron a la arena en todo su esplendor.
El triunfo de Cuyum aunque en el dividendo tuvo volumen de sorpresa, para los entendidos no fue así ya que la esbelta pupila de Maldonado, defensora de las sedas “Selva”, derrotó a sus empinados adversarios con marcada facilidad.