El juego del golf, que tan extendido está hoy en el mundo y que es y debe ser siempre un deporte favorito de las mujeres, es un juego escocés; las lindas praderas por donde se desliza el legendario Clyde, las montañas espléndidas que se coronan en las imperiales cumbres de Cheviot, los ríos que llevan raudales de agua cristalina y helada de los "highlands" a las tierras bajas y todas las infinitas bellezas de esa tierra privilegiada parecer ser un medio apropiado para ese juego que requiere una larga extensión de terreno y que resulta tanto más encantador cuanto más bello sea el campo donde se juegue. A pesar de que el golf es un juego escocés, su origen es holandés; pero a Escocia corresponde el haberle dado el prestigio y la popularidad de que disfruta hoy.
Sir Walter Scott, en una carta dirigida en 1824 a un amigo suyo con quien había estado jugando al golf en Leith, dice lo siguiente, refiriéndose al origen de la palabra golf: "Me consideraría muy feliz si pudiera contribuir en algo al juego del golf que usted tan amablemente me transmitió, pues soy un admirador de ese ejercicio, que en épocas anteriores ya yo había practicado. Temo, sin embargo, que la actividad de otros caballeros se haya adelantado a las investigaciones que yo pueda hacer, especialmente porque ahora no tengo mis libros.
Doy los siguientes datos simplemente para demostrar que no me he olvidado de la súplica que me hicieron algunos caballeros jugadores de golf. Yo dudo mucho que la palabra "golf" se derive del verbo "to gowlf", golpear con fuerza. Al contrario, creo que este verbo se deriva de la palabra golf que designa al juego, pues significa golpear fuerte y rápidamente como se hace en ese deporte. Si me atreviera a hacer una conjetura diría que la palabra golf se deriva del término teutónico "colb" que designa un mazo, y del bajo holandés "kolff" que se parece mucho a golf. Si estoy en lo cierto, el juego del golf significa el juego del mazo".
Además de la autoridad citada, en casi todas las investigaciones relacionadas con los orígenes del golf se ha llegado a descubrir que era un juego que los holandeses practicaban muchos años antes de que se conociera en Escocia. Hay cuadros y tapices holandeses, de muchos siglos de antigüedad, en los cuáles se ven escenas de golf; pero en cuanto a escrito, no hay nada en los viejos documentos nederlandeses que haga referencia al juego del golf; parece que impresionó más los pintores que a los poetas y escritores de los Países Bajos.
En cambio, en los archivos escoceses sí hay muchas y muy importantes referencias al juego del golf. En el mes de marzo de 1457 se decretó la abolición del juego del golf en el reino de Escocia; parece que los escoceses, entusiasmados, se olvidaban del arco y de la flecha, cuya práctica eran tan necesaria para la defensa del reino, siempre amenazado por sus tradicionales enemigos; de allí la prohibición del golf y la orden de que se establecieran en toda Escocia, en las parroquias, campos de tiro para que se ejercitaran los escoceses no sólo los días de trabajo sino los domingos también.
La disposición no debió cumplirse muy estrictamente pues en 1471 y en 1491 bajo el reinado de Jacobo IV, se expidieron nuevas leyes y más urgentes prohibiendo la práctica de juegos de "tan poco provecho" como el golf; y lo más curioso, es que el propio rey jugaba al golf, según consta de los asientos en las cuentas del real tesoro, en donde aparecen partidas destinadas a la compra de mazos y bolas de golf destinados a su majestad, por donde se ve que esos reyes de acero, nervudos y tremendos, dueños de vidas y haciendas, que eran capaces de cortar la cabeza a sus ministros por la menor falta de respeto a las leyes y reglamentos se permitían violar a veces ellos mismos las leyes de seguro con grave escándalo de los nobles y con protesta de los plebeyos y de los gañanes.
De manera, pues, que a Escocia corresponde el haber difundido el golf y de Escocia nos viene también el recuerdo de la primera jugadora de golf que lo fue nada menos que la bella e infortunada María Estuardo. Según se lee en los "Inventories of Mary Queen of the Scotch", pocos días después de la espantosa muerte de su marido, Enrique Darnley, se veía a María Estuardo jugando al golf en los campos de Seton.
Lo que no haría para consolarse de la pena pues bien sabido es que a María se le acusa de haber tomado parte en la conspiración del conde de Bothwell para volar con un barril de pólvora a su marido. Más cuando terminó casándose con el propio Bothwell.
Pero no son las disquisiciones históricas las que ahora nos interesan sino el juego de golf en sí mismo. Decíamos que se considera como un juego escocés y, en efecto, a Escocia corresponde la gloria de haberlo difundido por el mundo.
Con nombre escoceses se designan diferentes situaciones del juego, los mazos de diversa forma y clase con que se juega, y escoceses eran los trajes reglamentarios con los que hombres y mujeres debían presentarse al campo. Luego, esos trajes fueron abolidos y sustituidos por los muy cómodos y amplios que se usan hoy y que han contribuido a humanizar el juego y a dar oportunidad a los sastres y modistos para hacer filigranas y para invadir con sus siempre agradables novedades un campo que antes les estaba vedado por la tradición.
"Un deporte femenino"
En cuanto a las condiciones del golf como deporte femenino, no puede decirse que haya otro juego que las tenga iguales o parecidas, que tenga tantas y tan completas condiciones; es un juego que se adapta a los diversos temperamentos, puede jugarse ligero o despacio según se desee; tiene desde el punto de vista higiénico el ser un deporte del aire libre, de la luz y del sol, del "gran air" como dicen los franceses; tiene la ventaja de que puede jugarse a nueve o 18 hoyos, en partidas simples de una jugadora contra otra o en parejas; constituye un juego sano, moderado y agradable , ejercita y cultiva la habilidad persona y la ambición de mejorar y triunfar; fomenta en alto grado la vida social, pues los jugadores se agrupan en clubes que son centros elegantes y refinados; y proporciona grandes oportunidades para hacer buenas amistades y entrar en círculos distinguidos porque los clubes de golf son una red extendida por todo el mundo, de Petrogrado a Calcuta y de Buenos Aires a Montreal.
El golf no tiene para la neófita los atractivos que tiene el basket-ball o el tennis; pero una vez que se entra en el juego fascina de tal modo que se apodera prácticamente de las personas y las convierte en verdaderas devotas que juegan toda la vida, cuando las ocupaciones se lo permiten y sin tomar en cuenta la edad.
Así vemos a Rockefeller, que acaba de cumplir ochenta y tres años de edad, que no falta al campo de golf porque es entusiasta jugador y porque quiere vivir veinte años más y sabe que sólo el golf será capaz de hacer ese milagro de longevidad.
Por muchos lustros el juego de golf fue privativo de los hombres; las mujeres lo ignoraban con raras excepciones y no demostraban afición alguna al "royal and ancient game of golf", el real y antiguo juego del golf; pero luego descubrieron sus infinitos encantos y se dedicaron a él con devoción hasta el punto de que hoy no puede decirse si es mayor el número de jugadores o el de jugadoras.
Las mujeres de nuestra raza no sienten todavía un entusiasmo muy marcado por el golf, lo que es de sentirse dada las muchas y excelente condiciones de este deporte y los magníficos y bellísimos campos de España y la América Latina, que parecen convidar a espléndidas y sensacionales partidas de golf.
¿Padece usted de insomnio?
-Juegue al golf.
-Sufre de los nervios?
-Juegue al golf.
-Está muy gorda?
-Juegue al golf.
-Está muy flaca?
Juegue al golf.
Las precedentes afirmaciones son conclusiones a las que un jugador avezado ha llegado y las que recomienda mucho a las damas inteligentes./Domingo 5 de marzo de 1922
La primera fotografía en Los Andes
Un cielo imperturbablemente azul, un mar en calma, grandes vuelos de gaviotas que se persiguen graznando hasta el paseo de la Croisette, una atmósfera tibia y embalsamada de flores y de la música de los hoteles apacibles paseantes, la ociosidad, el reposo, la noncuranza; es que el Consejo Supremo de las Naciones había elegido este cuadro apacible y lujoso para continuar las discusiones diplomáticas.
Con ese texto acompañó Los Andes a la primera foto del juego del golf que se publicó en nuestro diario que fue precisamente el 1 de febrero de 1992 en el marco de la reunión del Consejo Supremo europeo en Cannes.
Fue en un momento en el que la fotografía era escasa en los medios gráficos. Arrancaba un idilio entre Los Andes y este deporte que ya cumplió 95 años.