Nuestra Caja fue creada por la idea y trabajo de un grupo de profesionales que trabajamos en el ámbito de la previsión social y en épocas de grandes cambios a nivel nacional.
Imaginarse el futuro a largo plazo no es algo que surge naturalmente; los jóvenes no van a advertir tal vez con nitidez las necesidades que se enfrentan en la vejez.
Mientras más jóvenes somos, los beneficios inmediatos son más atractivos que los beneficios futuros. Sin embargo, cuando somos jóvenes en nuestro grupo social surgen ciertas cuestiones que deben ocurrir en determinada etapa de la vida. Por ejemplo, alguna vez escuchamos la frase “es tiempo de que te recibas”, “cuando piensan casarse”, “sería bueno que vayan pensando en tener hijos”.
Actualmente las imposiciones por edad se están dejando de lado, por el desarrollo personal sobre todo de los profesionales. Los tiempos han cambiado y no se debe decir qué es mejor o peor, solamente es así.
¿Cuándo es tiempo de aportar para nuestra vejez?. Históricamente los profesionales de Ciencias Económicas debíamos aportar al régimen de autónomos, el cual fue y es inequitativo y perverso; si no se cumplen todos los requisitos de edad y años de aportes no se obtiene beneficio alguno. Obtenido el beneficio, no es proporcional a los aportes y si además se trabajó en relación de dependencia no suma al momento de calcular el haber final, sino que proporcionalmente disminuye el mismo.
Las Cajas son instituciones propias de las provincias, creadas en ejercicio de facultades no delegadas a la Nación. Son principales y excluyentes del régimen nacional, no debiendo considerarse complementarias del mismo. Son integrales en cuanto a la amplitud de su cobertura y autosuficientes con respecto a su financiamiento y a las consecuencias de las contingencias que sus prestaciones contemplan.
La función principal de nuestra Caja es otorgar beneficios de jubilación ordinaria, pensión directa, pensión derivada y jubilación por discapacidad. Permite la jubilación proporcional a los años aportados, es decir el beneficiario siempre recibe una parte proporcional de lo que aportó, nunca queda sin beneficio. Si los años de aportes superan los 30, por cada año de más el haber se incrementa proporcionalmente: si un joven comienza a aportar a los 25 años, cuando se jubile a los 65 recibirá un 30% más en su beneficio.
Otros beneficios brindados por nuestra Caja son: préstamos de ayuda financiera a nuestros afiliados con destino libre, cursos de apoyo a estudiantes universitarios y jóvenes profesionales.
Es responsabilidad de todos trabajar y peticionar para que se incluya en la ley de honorarios judiciales una contribución por parte de los comitentes con destino a la cuenta del profesional interviniente, como tienen otras profesiones de la provincia y colegas del resto del país.
Los aportantes a una caja de profesionales deben sentir la pertenencia a la misma, pensar y aportar para nuestra jubilación desde la más temprano posible, no esperar dádivas de un Estado que hoy puede dar y mañana no sabemos. Los profesionales debemos salir a buscar nuestro bienestar; es un desafío y un compromiso con nuestras familias.
Si han llegado hasta aquí leyendo se los agradecemos y les deseamos a los colegas un feliz décimo sexto aniversario, y al resto de las Cajas, gracias por apoyarnos.