Esencial para la vida humana, el funcionamiento de los ecosistemas y el desarrollo de toda actividad económica, el agua se configura hoy un como elemento de preocupación en todo el mundo. Nuestra provincia no es la excepción y, tras cinco años de crisis hídrica, se han fomentado distintas medidas de adaptación a la escasez.
Una de ellas se ha centrado en el uso eficiente del recurso en el agro, ya que a este rubro se destina 92% del agua disponible en estas tierras. A pesar de los avances en la materia, se estima que de las 280.000 hectáreas bajo riego en la provincia sólo un 15% está tecnificado a nivel de parcela, según informó el responsable del Programa de Riego del Instituto Nacional del Agua (INA).
Este número hace referencia a los terrenos que cuentan con riego presurizado que tiene dos modalidades: por goteo, extendido sobre todo en las vides, y por aspersión, utilizado en hortalizas o pasturas. En el resto se continúa utilizando el riego por superficie por manto o surco.
“Este avance del 15% se ha ido logrando de a poco en los últimos 10-15 años y, si los horizontes son positivos, el porcentaje va a seguir creciendo pero, si no, se va a paralizar”, manifestó el ingeniero José Morábito, profesor de Hidrología Agrícola en la facultad de Ciencias Agrarias y responsable del Programa de Riego del INA.
Desde el punto de vista técnico, el docente detalló que cuando una plantación posee riego tecnificado sufre menos la sequía, lo que permite sortear de mejor manera el panorama actual. “El riego a manto es menos eficiente, ya que con el mismo volumen se puede regar una superficie menor”, precisó.
Para él, la decisión de los productores de invertir en nuevas tecnologías de riego está muy relacionada con la rentabilidad. “Si el productor tiene una rentabilidad constante siempre va a guardar una parte para la mejora del riego de modo de ir transformando paulatinamente su producción, pero si su rentabilidad es baja -como sucede en este momento por inclemencias climáticas o porque el producto no vale- no le queda dinero suficiente para reinvertir”, explicó el profesional.
Mayor incorporación
Por su parte, José Luis Álvarez, superintendente del Departamento General de Irrigación (DGI), aseguró que se está trabajando para intentar incorporar mayor cantidad de usuarios a un riego más eficiente. "Trabajamos muy fuerte tanto en el fomento como en el financiamiento porque tecnificarse permite ahorrar agua e incluso tener mayores producciones", remarcó.
Con respecto a las herramientas para acceder a los recursos monetarios para la modernización, Fernando Gomensoro, coordinador del Programa de Servicios Agrícolas Provinciales (Prosap) en el DGI expuso: “A nivel provincial contamos con el Fondo para la Transformación y, a nivel nacional, a la Unidad para el Cambio Rural del Ministerio de Agricultura. Ambos brindan subsidios a través de aportes no rembolsables para tecnificación en riego y aportes de financiamiento”. Además, desde el organismo se está apuntando a conseguir financiamiento internacional.
Otro punto importante para que el servicio sea más fácil de tecnificar es la flexibilización del sistema, ya que actualmente se entregan turnos de agua de aproximadamente cada 15 días, pero el riego presurizado necesita disponer del recurso diariamente. “Es un servicio que hoy se nos complica brindar, salvo en algunos lugares puntuales”, reconoció Gomensoro.
Para cambiar este panorama, serán claves los reservorios y las obras de revestimiento de los canales, ya que permitirán en un futuro ofrecer un servicio más continuo.
“Si una persona invirtió en tecnología y necesita regar todos los días pero recibe el agua cada 15 días, tiene que guardarla en un piletón lo que implica otra gran inversión”, precisó el coordinador del Prosap a la vez que comentó que en su mayoría los productores que cuentan con riego presurizado en la provincia se abastecen del agua subterránea.
Una alternativa posible
Una opción intermedia para ahorrar agua sin necesidad de desembolsar grandes sumas en tecnologías es mejorar la eficiencia del riego por superficie.
“Implica una inversión menor que va a mejorar el riego hasta cierto límite”, explicó Morábito a la vez que enumeró las medidas a tomar: sistematizar la propiedad y seleccionar caudales, tiempo de riego e intervalos adecuados.
“Eso implica también un trabajo profesional de precisión que se puede implementar a nivel de las parcelas”, subrayó y relató que en nuestra provincia muchas propiedades han tratado de mejorar su riego superficial a través de esta modalidad.
Al respecto, Gomensoro destacó que manteniendo controlada la pendiente, el tiempo y el caudal, se puede llegar a una eficiencia cercana a un riego por aspersión. “Aquí va a ser fundamental una distribución flexible para poder acercar el agua al productor cuando realmente la necesita y estabilizar las entregas para que los caudales sean constantes”, cerró.
Encuentro binacional
Con el fin de intercambiar ideas para hacer frente a la crisis hídrica, comenzó ayer el séptimo encuentro entre representantes de los Ministerios de Agricultura, de Argentina y Chile.
“Para nosotros es muy importante reunirnos con ellos porque nos une la crisis hídrica a ambos lados de la cordillera”, expuso José Luis Álvarez, superintendente del Departamento General de Irrigación. Para el funcionario, uno de los aspectos más destacables del país vecino en la temática del agua es una ley de fomento que les ha permitido que un 35% de los productores tengan riego sistematizado.
En cuanto a los avances locales se presentó el modelo de Balance Hídrico, la planificación del Sistema Integral del Canal Cacique Guaymallén, el programa Ciudadanía del Agua, entre otros. La jornada continuará hoy con una salida a campo para visitar zonas de riego y obras de impermeabilización que se están llevando a cabo en la provincia.
Jornadas de riego
Con la mirada puesta en la modernización e innovación en la gestión de agua, un grupo de referentes de distintos organismos han organizado las “VII Jornadas de Riego y Fertirriego” que se desarrollarán desde hoy hasta pasado mañana en la facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Cuyo.
"Hemos invitado a conferencistas locales y de otros países para que nos cuenten cómo ellos están tratando de sobrellevar esta necesidad permanente de producir más alimentos con la misma cantidad de agua o con menos", explicó el ingeniero José Morábito, miembro del comité organizador.
Para mayor información consultar en la web: www.riegoyfertirriego.com.ar