El activismo ambientalista
1. Algunas vertientes del ambientalismo militante critican el modelo de aprovechamiento y transformación de los recursos naturales: el extractivismo (minería, petróleo, agricultura, ganadería, forestal, etc.). Más que la defensa del ambiente, esto es la resistencia cultural e ideológica al capitalismo, el sistema de acumulación y producción que más ha reducido la pobreza en el mundo.
2. Además suma un accionar que impide y frena proyectos, explotaciones y producciones. Estas ideas y prácticas, deberían formularse en un programa político y validarse en las urnas. Porque hasta que no se reforme la constitución y su sistema representativo, las leyes deben votarse en la Legislatura y no en los cortes de ruta.
3. La democracia informativa de internet no puede poner al mismo nivel el dato viralizado con los conocimientos generados por industrias, universidades, gobiernos y especialistas. Y menos desde el preconcepto, la generación de pánico y las verdades a medias.
¿Desarrollo para todos o santuarios intangibles?
4. Solo el 3% de la superficie de Mendoza está bajo riego y allí se desarrolla su industria vitivinícola, frutihortícola y ganadera. El 70 % de su Producto Bruto Geográfico se concentra en servicios con importantes caídas en los sectores primarios e industrial. La producción petrolera (el 16% del PBG) viene en declive. Se habla de diversificar la matriz productiva de Mendoza, pero el petróleo es parte de ella y es un despropósito no profundizar su desarrollo.
5. Las exportaciones mendocinas vienen disminuyendo y en 2016 esas ventas por U$S 1.300 millones fueron las más bajas de la década, con fuerte caída de combustibles y energía. ¿Ante este panorama, es razonable despreciar el interés de empresas para invertir y producir en los yacimientos no convencionales?
6. Petróleo y gas representan el 85% de la matriz energética primaria argentina, sin autoabastecimiento e importando crudo. Hay consenso para reducir la dependencia de los fósiles, el tema es cómo, cuánto y cuándo.
Los proyectos de energías renovables del Plan RenovAr plantean incrementar las fuentes de generación eléctrica hasta un 20% en 2025, para acompañar el crecimiento de la demanda, no para sustituir.
Por ello hay que aumentar la producción de crudo para dejar de importar y con ello financiar nuevos planes de ampliación de la matriz de energías limpias.
Los miedos, los riesgos y los controles
7. "Defendamos el agua y la vida. El fracking contamina." Pero... ¿quién puede no estar de acuerdo? La dicotomía no es Agua Pura o Fracking sino Agua Limpia y Disponible para Todos o subdesarrollo en infraestructura básica. Y para ello la premisa es desarrollo sustentable con controles efectivos que reduzcan al máximo su impacto.
8. Francia, Bulgaria, Sudáfrica y estados de EE.UU. y Canadá lo han prohibido, pero hoy se lo está revisando a medida que se demuestra que su impacto ambiental es mitigable. Santa Fe, Entre Ríos y unos 70 municipios argentinos se declararon "libres de fracking", pero en la mayoría no hay hidrocarburos. Como si Mendoza dictara una ley prohibiendo la pesca de arrastre y la pesca con explosivos que se realizan en el mar.
9. El fracking es una técnica que se usa en Argentina desde 1959. Caracterizarlo como contaminante por los riesgos propios de la industria petrolera, es como objetar el uso de la cesárea para abordar un embarazo. Como toda actividad humana económica, tiene su impacto que debe minimizarse con la implementación de buenas prácticas de ingeniería y un eficaz control del Estado. Aquí debe ponerse el acento, porque no se pueden correr riesgos ambientales por abaratar costos.
10. Se duda de la capacidad del Estado para controlar y evitar la corrupción que relaje esos controles. Entonces, no deberíamos comprar medicamentos. Pueden matar en forma directa al que los ingiere, la mayoría son producidos por laboratorios poderosos en recursos y lobby, se pueden falsificar o vender vencidos en el mercado negro cuando son robados y su comercialización abarca todos los rincones del país. Pero nadie en su sano juicio duda del ANMAT ni de la industria farmacéutica. Lo mismo podríamos decir de la industria aeronáutica y la ANAC.
Reglamentación para el cuidado ambiental
11. En 2014, se sancionó la Ley de Hidrocarburos N° 27.007 impulsada por la Presidente Fernández de Kirchner. Allí se incluyó la explotación no convencional y la técnica del fracking. Una de las grandes falencias de esta ley del kirchnerismo, fue que no reguló requisitos ambientales y eso quedó en mano de las provincias.
12. A pesar de los antecedentes en Neuquén, no es hasta el decreto 248/18 del Gobierno de Mendoza, que en el país se cuenta con una completa reglamentación para la exploración y explotación de hidrocarburos no convencionales a través del fracking.
13. Este decreto detalla el contenido que deben tener los estudios previos y obliga a controles y modalidades de trabajo que aseguran la no contaminación. Pero lo más importante es que prohíbe que se use agua apta para consumo humano y riego. Esta reglamentación es pionera y eleva la vara para el control de la actividad.
Desarrollo y política de Estado
14. Una absurda "grieta ambiental" enfrenta a localidades mendocinas. Malargüe tiene el derecho a explotar sus recursos naturales dentro de las normativas vigentes, porque solo con turismo no alcanza. A la caída del proyecto Potasio Río Colorado, le sumó en 2014 otro duro golpe económico y simbólico cuando la legislatura archivó los proyectos mineros de Hierro Indio y Cerro Amarillo por cortes de ruta en Alvear y San Rafael. Esta vez debe ser distinto.
15. En la campaña de 2011, un candidato a gobernador enrostraba a otro su origen pro-minero y éste respondía pidiendo a legisladores de su partido el archivo del proyecto San Jorge.
Así, no se condenó una iniciativa que tenía errores que se debían mejorar, sino que se demonizó a toda una actividad. En materia energética, dejando miserias y oportunismos, la dirigencia política mendocina hoy tiene la posibilidad y el deber de sentarse a acordar una política de Estado, en esta Mendoza que se quedó sin ninguna.