En la fecha de hoy -22 de febrero- se celebra en el país el Día de la Antártida Argentina y además se cumplen 115 años de permanencia nacional ininterrumpida en ese gigante blanco e inmenso ubicado al sur del paralelo de los 60 grados.
La conmemoración tiene que ver con el hecho de que un día como hoy, pero de 1904, la Argentina, por intermedio de la Oficina Meteorológica Nacional del Ministerio de Agricultura, tomó posesión de tierras de la isla Laurie, del grupo de las Orcadas del Sur (hoy Base Orcadas).
A partir de entonces flamea en ese remoto punto la bandera nacional, que según cuenta los cronistas antárticos, un joven cartero de apenas 18 años, Hugo Alberto Acuña (1885-1953), fue el primer argentino en izar el pabellón azul y blanco.
Esta es la base antártica que por más tiempo ha permanecido ocupada y en funcionamiento de forma ininterrumpida.
Junto a ella el gobierno argentino instaló la primera oficina de correos en ese continente.
Por ley nacional Nº 20.827/74, publicada en el Boletín Oficial del 26 de noviembre de 1974, se instituyó como Día de la Antártida Argentina el 22 de febrero de cada año, mencionando que ese día se izará al tope la bandera nacional en los edificios públicos de la Nación y se realizarán actos alusivos a nuestros irrenunciables derechos de soberanía sobre la Antártida Argentina en todos los establecimientos educacionales de todos los niveles.
Sabemos que para esa fecha la actividad escolar si bien no está en receso total, la mayoría de los alumnos todavía no concurren a los establecimientos, por lo que resultaría auspicioso que en los primeros días, del comienzo de las clases, los docentes recuerden esta fecha en las escuelas y se le brinde amplia difusión al acontecimiento, que no tiene la divulgación ni el conocimiento de otras efemérides del calendario escolar entre todas las que se celebran.
Esto es muy importante porque como suele preconizar la Fundación Marambio (base aérea del mismo nombre), “lo que se aprende de niño en la escuela, difícilmente se olvide; quedando grabado para siempre en la memoria y en los sentimientos”.
Es de ese modo como el sentimiento de Patria se va fortaleciendo legítimamente, no tanto por las diferencias con las otras patrias sino por el amor a lo que forma parte de nosotros mismos.
Entonces, hace ya ciento quince años que los argentinos estamos en la Antártida, de los cuales los primeros cuarenta años, fuimos los únicos ocupantes permanentes, hecho que constituye uno de los principales avales de nuestros títulos de soberanía en el área.
De esta manera, un objetivo en el que no debería existir grietas ni divisiones entre los habitantes de la Nación, sería promover la difusión y toma de conciencia con respecto a la importancia de la presencia de nuestro país en el territorio antártico”, porque “no se defiende lo que no se ama y no se ama lo que no se conoce”.
E insistimos, está claro que a la Antártida Argentina hay que conocerla, amarla y defenderla, porque es un pedazo más de nuestra patria.
Es debido a eso que la Argentina debe vigorizar su posición en el continente blanco y consolidar sus intereses, no solo por sus antecedentes y por las numerosas bases que posee sino porque además es uno de los 12 países fundadores del Tratado Antártico.
Además, históricamente hemos tenido una muy importante presencia en esa helada región, con calificadas expediciones científicas y humanitarias.
No obstante, aún hay mucho por invertir y por hacer para potenciar nuestra presencia antártica como lo están haciendo otras naciones.
Pensamos que el Gobierno del presidente Mauricio Macri, no obstante transitar su último tramo de gestión, debe afirmar el tema entre sus prioridades, instancia que, por otra parte, nos servirá para insistir en el planteo de recuperación de nuestras Islas Malvinas, ilegalmente usurpadas por el Reino Unido de Gran Bretaña.
