Las "10” miradas sobre la Ruta 40

La decisión de un grupo de personas relacionadas con los pueblos del sur del Valle de Uco, de "dar vida" a un sector importante de la Ruta 40, en el tramo que une a las localidades de Pareditas con El Sosneado, constituye una iniciativa interesante, en razón de que puede constituir una importante ampliación a la oferta turística de la Provincia y poner nuevamente en valor un camino muy poco aprovechado por los mendocinos.

La Ruta Nacional 40 se extiende desde La Quiaca, en el límite con Bolivia, con Cabo Vírgenes, en Santa Cruz, a lo largo de 5.301 kilómetros, lo que la convierte en una de las más largas de América y sólo superada por la Ruta 66 en los Estados Unidos. Atraviesa 21 parques nacionales, 18 ríos, conecta 27 pasos cordilleranos y trepa a más de 5 mil metros sobre el nivel del mar, en el Abra del Acay, en Salta, convirtiéndola en la más alta de América. En su recorrido cruza once provincias, con impresionantes lugares de interés turístico y de importancia científica.

Según se afirma, hasta 2006 la ruta estaba pavimentada en un 48 por ciento, gracias a las obras realizadas en Santa Cruz y a cambios que se realizaron en algunas rutas ya asfaltadas de Neuquén y Río Negro. Comenzó a construirse en 1935, pero tuvo un fuerte impulso durante el primero y segundo gobierno de Perón, que consideraba también un camino similar a la vera del Atlántico, uniendo ambas rutas con caminos a modo de escalera. Contemplaba también la construcción de escuelas y centros de salud cada 100 kilómetros a los efectos de que se permitiera el crecimiento de distintos pueblos, pero ese proyecto quedó perdido en el tiempo.

La ruta atraviesa nuestra provincia -es la que une a Mendoza con San Juan- pero a la altura de Pareditas, el tramo que la une con El Sosneado ha sido muy poco utilizado, especialmente porque se trata de una traza no asfaltada y muy poco mantenida durante muchos años. Es así que los mendocinos y turistas que quieren unir a la Capital con Malargüe, deben realizar un desvío a través de la ruta 143, la que se dirige hacia San Rafael, perdiendo así, paralelamente, la posibilidad de observar paisajes de impactante belleza.

Esos aspectos realzan, entonces, la iniciativa de un grupo de vecinos de Pareditas y de pueblos del sur del Valle de Uco, que se propuso rescatar las historias y las culturas desarrolladas a la vera de la antigua Ruta 40, quienes contaron con el apoyo del municipio de San Carlos y de los ministerios provinciales de Turismo, de Desarrollo Social y de Cultura. Convocaron a artistas provenientes de distintos lugares del país, de Uruguay y de Francia (escultores, muralistas, fotógrafos y talleristas) con el objetivo de plasmar esas intenciones en hechos concretos. Según se afirma, durante el recorrido se podrá observar el volcán Maipo, los parajes Las Jaulas, La Isla, Campo Yaucha, Cajón de Papagallos, Campo Las Cortaderas, Arroyo Hondo y El Portezuelo, a través de lugares impactantes.

La iniciativa -denominada Las 10 Miradas Sobre la Ruta 40- es interesante, permitirá dar una nueva vida a Pareditas y acceder también a El Sosneado donde, utilizando vehículos especiales, se puede remontar la ruta paralela al río Atuel y observar las pinturas rupestres de la Cueva del Indio, la laguna El Sosneado o las ruinas de un otrora famoso hotel de aguas termales, destruido por un alud y abandonado definitivamente. Volviendo a El Sosneado y transitando poco más de 50 kilómetros, se puede acceder a la ciudad de Malargüe.

Sin embargo, si no se realizan tareas de mantenimiento, todo ese trabajo desarrollado por los vecinos en conjunto con las autoridades municipales y provinciales quedará en la nada. La cercanía de la temporada invernal constituye un inconveniente natural, en razón de que se trata de lugares donde se producen importantes precipitaciones níveas pero habrá que ir estableciendo las pautas de trabajo y los posibles recursos necesarios para que pueda ser aprovechada durante la próxima primavera-verano.