Lentes oscuros, sonrisa a flor de piel, trofeo en mano apareció Jonathan Barros en la escalera del micro que lo trasladó desde San Juan a Mendoza, tras el larguísimo viaje que lo trajo desde Japón, Qatar, San Pablo, Buenos Aires, San Juan y finalmente Mendoza.
El abrazo y reencuentro con sus afectos principalmente su hija Martina y su esposa Karen, llenaron un momento emotivo en el púgil nacido en el Lihué hace 32 años.
El triunfazo en Tokio, Japón en la mañana del lunes pasado frente al japonés, Satoshi Hosono, parece aún vibrar en el Yoni y en el todo el equipo mendocino que viajó hasta el lejano oriente: sus entrenadores, Pablo Chacón y Pablo Stharinger, a quienes también fueron a recibirlos su familia.
Un triunfazo en fallo dividido luego de 12 durísimos rounds y que le permitirá a Yoni Barros volver a combatir por el título mundial pluma de la Federación Internacional de Boxeo (FIB) frente al campeón de la división, el galés Lee Selby.
Barros con este triunfo quedó como N° 1 del escalafón mundial FIB.
“Estamos realmente felices por este encuentro y de poder traernos esta victoria que me permite otra vez pelear por el título mundial, y principalmente seguir soñando en ser campeón del mundo otra vez”, dijo Yoni entre abrazos.
Junto a Karen también estuvieron su hermano Maximiliano Mujica, Gastón Barros, principal sparring del Yoni y también Don Roberto Boero, una pata importante en la vida del púgil mendocino. Es que Don Roberto ha estado en las buenas y en las malas junto a Yoni.
También estábamos Verónica, señora de Chacón, junto a sus hijos, y Celina Sánchez, esposa de Stharinger, además de un importante grupo de amigos.
“Fue una pelea durísima pero lo importante es que pudimos ganar en su casa y ahora pensar en la pelea por el título mundial”, sostuvo Yoni que fue campeón ecuménico pero de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) desde el 4 de diciembre de 2010 (cuando le ganó a Irving Berry por nocaut en el octavo rounds, en el estadio Polimeni de Las Heras) hasta el 14 de octubre de 2011, cuando resignó su corona frente a Pelenchín Caballero en el Luna Park.
“Sabíamos que nos íbamos a encontrar con un rival muy difícil y complicado, que durante la pelea, como no me podía encontrar, se puso mal, pero también ensució mucho la pelea. Eso de alguna manera me favoreció y yo seguí con mi boxeo. De alguna manera eso lo sacó al japonés”, expresó Barros.
No ocultó bajo ningún aspecto su gran alegría: “Estoy enchufado, enchufadísimo con este triunfo, es algo que me hace soñar de nuevo. Estoy muy contento y feliz de ver a mi familia a mi mujer y mis hijos. Estoy feliz por todo eso que me ha pasado junto al equipo. Por eso quiero agradecer a todos los que siempre han creído y me han apoyado; mi familia, mis entrenadores y mi familia. Este no es un triunfo más en mi carrera, además pude dar la categoría pluma sin problemas y eso fue muy importante”, sostuvo emocionado Yoni.
Y agregó: “Volver a estar rankeado entre los mejores del mundo, es un volver a revivir. Por eso agradezco aquellos que nunca dejaron de apoyarme”, manifestó, el ahora N° 1.
El pupilo de Chacón no dejó de mencionar el buen trato que tuvo en tierras japonesas: “Fue algo que realmente me motivó muchísimo, la manera que nos trataron el respeto y la atención. Eso fue muy importante para mí y el equipo”, explicó.
Mientras que Stharinger expresó: “Para Yoni, el solo hecho de no haber sufrido para dar la categoría mostró a un boxeador muy diferente a aquel que vimos en el Luna Park; mental, física y psicológicamente. Muy confiado. Eso también nos motivó a todos. Yoni ahora tiene que descansar unos buenos días, porque ha tenido un trabajo de tres meses de manera ininterrumpida. Luego comenzaremos a planificar el trabajo de cara a la pelea por el título mundial”, dijo el profe.
En cuanto a sus planes inmediatos, el ahora retador a la corona de los pluma de la FIB, Yoni Barros, expresó: “Ahora me voy a tomar un buen descanso junto a mi familia para disfrutar de todo esto tan lindo que nos toca vivir. Y luego, volver a los entrenamientos con el objetivo de volver a ser campeón mundial”, concluyó.
