Quienes trabajamos con computadoras desde hace varios años, podemos dar testimonio de lo molesto que puede ser usar un mismo documento entre varios usuarios.
El llamado “trabajo colaborativo” solía ser una absoluta pesadilla. Creábamos una hoja de cálculo o un archivo de texto y se lo pasábamos a otra persona, esa segunda persona hacía ediciones, que luego nosotros revisábamos, rongando que su aplicación de edición fuese la misma que la nuestra, de lo contrario el formato quedaba arruinado.
El tiempo pasó y para nuestra suerte ahora es posible trabajar de a docenas de usuarios en un mismo archivo, todos juntos y editando en tiempo real. Y lo mejor de todo es que no tenemos que comprar un costoso sistema profesional, la herramienta está a un clic de distancia y es increíblemente simple de usar. ¿Cómo se logra?