Dos amistosos. Cinco goles a favor, ninguno en contra. Lionel Messi y un grupo de jugadores en gran nivel, que incluye a piezas clave como Angel Di María, Sergio Agüero y Gonzalo Higuaín. Por todo eso, los hinchas se ilusionan con que éste sea el año de la Selección. Y La Pulga no los desalienta: “Está bien que la gente tenga esta locura” dijo el capitán de Argentina tras el triunfo sobre Eslovenia, por 2-0, en La Plata.
“La Selección ilusiona por el equipo que tiene, por el grupo que armó. Está bien que la gente tenga esta locura, que esté ilusionada, pero nosotros tenemos que estar tranquilos. Es difícil y vamos a pelear. Llegamos en una edad justa, la mayoría hace muchos años que juega afuera y tiene experiencia. Llegamos con confianza”, dijo Messi tras el partido en el que convirtió un gol, el segundo, tras una triangulación con Di María y Agüero.
“Estamos muy bien, el grupo es muy fuerte; es lo que buscamos desde que llegó Alejandro y lo conseguimos. De a poquito fuimos jugando bien, agarrando confianza. Hicimos ilusionar a la gente, que en un primer momento estaba un poco alejada de la Selección. Hoy estamos más unidos que nunca por el sueño que tenemos”, agregó.
Igualmente, Messi le puso en el final un freno a la ilusión desmedida. “Lo dije después del otro partido: estamos muy concentrados, ahora empieza la verdad. Vamos con muchas ganas para allá”.
Biglia aseguró que sólo tiene un golpe
El mediocampista Lucas Biglia se retiró del campo tras el primer tiempo con evidentes dificultades para caminar aunque quitó relevancia a la situación al afirmar que fue “solamente un golpe” el que recibió en la pierna derecha. Biglia chocó con el esloveno Dalibor Stevanovic a los 6 minutos del primer tiempo. Primero le costó levantarse, luego intentó jugar, pero le costaba caminar, mientras el entrenador Alejandro Sabella se agarraba la cabeza.
“No fue nada, solamente un golpe”, dijo, como dándose ánimo, el futbolista que se realizó una ecografía para descartar una lesión. En ese sentido, reconoció: “En el momento pensé que era algo más porque me molestaba para correr. Pensé que tenía roto algo”.
Fue evidente la preocupación del entrenador, a quien se lo vio gesticular cuando Biglia no se podía levantar. El temor de las lesiones es tal que Sabella puso un equipo no sólo alternativo sino con un 5-3-2 escasamente probado.
